En la zona muerta de Fukushima

Una década después del accidente nuclear de Fukushima, el más grave tras el de Chernóbil, todavía quedan numerosas zonas cerradas por la alta radiactividad alrededor de la siniestrada central. Pablo M. Díez En la carretera que recorre la costa nororiental de Japón, cerca de la siniestrada central de Fukushima, un concesionario en ruinas de Toyota muestra los daños del terremoto del 11 de marzo de 2011. Pablo M. Díez Acumulando polvo radiactivo, los hierbajos crecen salvajes en los comercios abandonados en la zona de exclusión nuclear alrededor de la planta atómica de Fukushima. Pablo M. Díez Con su propio retrete, una sombrilla y un ventilador, un guardia de seguridad vigila uno de los accesos cerrados a las áreas evacuadas alrededor de la central de Fukushima.. Pablo M. Díez Tras una valla, una fábrica permanece abandonada desde 2011, cuando las fugas radiactivas de Fukushima obligaron a desalojar un radio de 20 kilómetros. Pablo M. Díez Aunque la carretera que recorre la costa de Fukushima está abierta al tráfico, todavía quedan muchas áreas a las que no se puede entrar, valladas y con guardias de seguridad vigilando los accesos. De los 1.150 kilómetros cuadrados evacuados tras la catástrofe, en marzo del año pasado quedaban 337 todavía cerrados. Pablo M. Díez Las eustomas verdes de Fukushima formaron parte de los ramos para los medallistas olímpicos de Tokio junto a girasoles de Miyagi y gencianas de Iwate, otras prefecturas golpeadas por el tsunami de 2011. Pablo M. Díez Con 1,26 millones de metros cúbicos de los 1,37 millones disponibles, los grandes tanques que acumulan el agua contaminada con que se riegan los reactores fundidos de Fukushima estaban en mayo al 92 por ciento de su capacidad. Para liberar espacio, el Gobierno japonés verterá al Pacífico de forma controlada 1,2 millones de toneladas de agua con tritio, un elemento tóxico que diluirá al máximo pero que asusta a los pescadores de la zona. Pablo M. Díez Entre una jungla de grúas y los tanques donde se acumula el agua radiactiva con que son regados para que no se calienten en exceso, los fundidos reactores 1, 2 y 3 de la siniestrada central nuclear de Fukushima 1, donde ABC ha entrado dos veces para ver los trabajos de descontaminación y desmantelamiento. Pablo M. Díez Unos 5.000 operarios trabajan actualmente en el desmantelamiento y descontaminación de la central nuclear de Fukushima 1. Este complejo y peligroso proceso durará todavía cuatro décadas más. Pablo M. Díez El 11 de marzo de 2011, un terremoto de magnitud 9 desató un tsunami que arrasó la costa nororiental de Japón. Pablo M. Díez Con olas de hasta 40 metros, mató a 20.000 personas, destruyó y dañó un millón de casas e inundó la central nuclear de Fukushima 1. En el peor desastre nuclear desde Chernóbil en 1986, se fundieron total o parcialmente tres de sus seis reactores al quedarse sin electricidad. Pablo M. Díez La fuerza del agua llegó a tal extremo que, a pesar de sus 175.000 toneladas, el tsunami sacó al carguero Asia Symphony del mar y lo posó sobre el muelle del puerto de Kamaishi, en la prefectura de Iwate. Pablo M. Díez Pertrechado con un traje especial de protección, el corresponsal de ABC en Asia, Pablo M. Díez, recorrió en 2011 los pueblos evacuados por la radiación cerca de la central de Fukushima, como este de Futaba. Desde la cobertura del tsunami, ha vuelto regularmente a la zona y ha visitado dos veces la planta de Fukushima 1 para ver los trabajos de descontaminación y desmantelamiento. Pablo M. Díez El tsunami de Japón fue una de las mayores catástrofes de la Historia. Diez años después, hay algo que dura más que la radiactividad de Fukushima: el miedo. Pablo M. Díez

En la zona muerta de Fukushima

Diez años después del tsunami que desató el peor desastre nuclear desde Chernóbil, ABC vuelve a recorrer la costa nipona barrida por las olas gigantes y luego por la radiactividad

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