Coronavirus
Vea en vídeo cómo Shanghái recupera la normalidad tras controlar el coronavirus a través de las imágenes del corresponsal de ABC en China
Después de dos meses de parálisis por los confinamientos masivos, Shanghái va recobrando la vida entre controles y restricciones para impedir rebrotes del virus
Se puede dudar de las cifras oficiales de China sobre el coronavirus, que seguramente serán mayores, pero no de la vuelta a la normalidad tras dar por controlada la epidemia , que estalló en Wuhan en enero. Poco a poco, entre restricciones y controles para impedir rebrotes, las grandes ciudades chinas van recobrando la vida.
Tras el duro y dramático invierno, la llegada de la primavera a megalópolis como Shanghái ha hecho florecer los magnolios y cerezos en unas calles cada vez más animadas. Aunque esta urbe de 25 millones de habitantes está lejos todavía de su bullicio habitual, las tiendas y restaurantes han reabierto tras casi dos meses de parálisis por la cuarentena. Los oficinistas han vuelto a sus despachos y los trabajadores a las fábricas, pero todavía hay miedo a los lugares cerrados , como se ve en los desangelados centros comerciales, en los autobuses casi vacíos y en el metro, que no va tan lleno como antes. A cambio de evitar el transporte público, eso sí, han vuelto las calles y se ven los primeros atascos. Y muchos edificios ya permiten entrar a los repartidores a domicilio, que antes tenían que dejar las entregas en estanterías a las puertas de los bloques para evitar el riesgo de contagios.
Para acceder a muchos comercios y oficinas, la aplicación Alipay en el móvil registra los movimientos, el historial clínico y los contactos y otorga un código QR a modo de semáforo . Si alguien acaba de volver de otro lugar, aparece rojo y debe guardar dos semanas de cuarentena. Si es verde, puede salir sin problema a la calle, donde se vuelven a ver las imágenes más típicas de Shanghái , como las abuelas bailando en las plazas y las parejas haciéndose fotos de bodas en el Bund, el majestuoso malecón fluvial de edificios coloniales frente a los futuristas rascacielos de Pudong.
Pero las clases siguen cortadas, los cines siguen cerrados y todo el mundo lleva mascarillas , que siguen siendo obligatorias hasta que sea seguro volver a respirar libremente.