Netanyahu a solo dos votos de conseguir un gobierno de alianza
Necesitará el apoyo de dos trásgugas o del partido árabe para tener mayoría en el nuevo Parlamento, con el 90 por ciento escrutado
A la cuarta tampoco fue la vencida y Benjamín Netanyahu vuelve a ser un ganador que se queda sin premio en las elecciones de Israel. Con casi el 90 por ciento del voto escrutado, el partido del primer ministro, Likud, consigue la victoria con 30 escaños, pero para ser el auténtico vencedor hay que poder sumar los apoyos suficientes para llegar a los 61 diputados que permiten formar gobierno y las cuentas no le salen. Su tradicional alianza con los dos partidos ultraortodoxos, junto al apoyo de los colonos radicales de Sionismo Religioso y el ultraderechista Yamina sumarían 59 escaños, con lo que necesitaría dos tránsfugas para seguir en el poder.
La otra opción posible es que el Likud trate de conseguir el apoyo de los islamistas de la Lista Árabe Unida. «No es la opción ideal, pero es posible hacerlo para evitar de esta manera unas quintas elecciones», declaró al Canal 12 el diputado del partido conservador, Tzachi Hanegbi. A lo largo de toda la campaña, el líder islamista, Mansour Abbas ha mostrado su disposición a «participar en cualquier coalición que ofrezca soluciones a los problemas de la población árabe». Sus cinco escaños permitirían a Netanyahu gobernar, pero resultaría realmente extraño una alianza con extremos tan enfrentados y formaciones abiertamente anti árabes como Sionismo Religioso. Esta decisión de abrirse a negociar con todos fue uno de los motivos por los que la Lista Árabe Conjunta decidió salirse de la Lista Conjunta, la coalición de partidos árabes que finalmente obtuvo seis escaños. La minoría árabe representa el 21 por ciento de la población de Israel.
El Likud lo preparó todo para celebrar una noche de fiesta. La apuesta por monopolizar el éxito de la campaña de vacunación fue el principal argumento de Netanyahu en unas elecciones que se volvieron a convertir en un plebiscito sobre su persona. Los primeros sondeos de los tres principales canales del país ofrecidos al cierre de urnas arrojaban un resultado ajustado en el que el bloque del Likud llegaba a los 61, si conseguía el apoyo de Yamina. Pero en el partido no las tenían todas consigo y, como ha demostrado el recuento, acertaron y la noche electoral fue de una alegría moderada.
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