«Volad alto, mis ángeles»: las familias despiden a sus niños con mensajes cargados de cariño y dolor

Collage con la mayoría de los niños asesinados del Robb Elementary School. Twitter Amery Jo Garza, con su padre (10 años). La pequeña, de 10 años, fue una heroína. En cuanto el asesino entró en la clase no dudó en coger su teléfono para llamar a la Policía, pero Ramos le disparó antes de que pudiera alertar de lo que estaba sucediendo. «Mi amorcito ahora vuela alto con los ángeles. Por favor, no deis un segundo de vuestras vidas por sentado. Abrazad a vuestras familias. Diles que los amas. Te quiero, Amerie Jo», escribió su padre a modo de dedicatoria en redes sociales. Twitter Xavier López (10 años). «Era un niño divertido, nunca se ponía serio, y su sonrisa… esa sonrisa que nunca olvidaré», decía su madre a 'The Washington Post': «Subía el ánimo de cualquiera». Twitter Uziyab García (9 años). «Era el niño más cariñoso que se pueda imaginar». Así le describía su abuelo, que roto de dolor recordaba que gracias a él su nieto se aficionó al béisbol: «Era tan rápido, que podía atrapar cualquier pelota», contaba orgulloso. Facebook Rogelio Torres (10 años). «Me rompe el corazón decir que mi Rojelio ahora está con los ángeles. Siempre te extrañaré y te amaré mi ángel», escribió su prima en Twitter tras más de diez horas desaparecido. Makenna Elrod (10 años). «Es lamentable ver en qué clase de mundo vivimos», ha declarado su padre, Brandon Elrods a la cadena de televisión KTRK. Twitter Navaeh Bravo (10 años). Fue su prima quien confirmó su muerte en las redes sociales, donde dio las gracias por colaborar en su búsqueda y le mandó un mensaje de despedida. «Gracias a todos por vuestras oraciones. ¡Han encontrado a Nevaeh! Ahora está volando entre ángeles. ¡Te queremos mucho, princesa! Os pedimos a todos que mantengáis a sus padres y a su familia en sus rezos». Twitter José Flores (10 años). «Era un niño muy listo y feliz, no buscaba problemas», decía de él su tío, Christopher Salazar, que destacó entre sus aficiones el beisbol y los videojuegos. Twitter Tess Marie Mata (10 años). «Mi precioso ángel, te queremos tanto. Para mí no eres una víctima sino una superviviente. Te querré siempre y para siempre, hermanita. Que tus alas vuelen más alto de lo que puedas soñar. Hasta que nos volvamos a ver, Tess Marie, te quiere, tu hermana mayor», le dedicó su hermana Faith en redes sociales. Twitter Ellie García (10 años). "Mi corazón se ha roto en pedazos. Nunca dejaré de pensar en ti", le escribio su madre en redes sociales al enterarse de su muerte. Tras conocer que se había producido un tiroteo en el colegio en el estudiaba, pidió ayuda a través de esta vía para encontrarla hasta que obtuvo las peores noticias. Twitter Mayte Yuleana Rodríguez (10 años). «Estamos muy entristecidos por la pérdida de esta dulce e inteligente niña», afirmaban sus padres. En la foto posa con el certificado que la reconoció ese mismo día como una de las mejores estudiantes del curso. Twitter Annabell Guadalupe Rodríguez (10 años). Prima y compañera de clase de Mayte, los familiares pasaron todo el martes entre el hospital y la escuela intentando confirmar ambas muertes. Eliahana Torres (10 años). «Era una joven hermosa y con mucha energía», destacaba su bisabuelo, que permaneció durante horas en los alrededores de la escuela esperando noticias suyas. Esa misma mañana, decía, la joven no quería ir al colegio. Twitter Alithia Ramirez (10 años). Sus padres colgaron una foto de la pequeña con alas de mariposa para pedir colaboración en las redes para encontrarla. La misma foto posteriormente servía para que los progenitores informaran de su muerte. Miranda Mathis (11 años). «Siento mucho que te haya pasado esto, te queríamos mucho», escribía su prima Deanna en redes sociales. Sus hijos también estaban en la escuela cuando sucedieron los hechos. Se escaparon por una ventana y se refugiaron en una funeraria cercana. Jailah Silguero (11 años). «Vuelan alto mis ángeles». La familia sufría una doble pérdida ya que junto a ella murió su primo Jayce. Reuters Jackie Cazares (10 años). «Mis dos hermosas sobrinas Jackie y Annabell nos fueron arrebatadas demasiado pronto», dijo la tía de ambas. Al igual que en otras muchas familas del colegio, Jackie iba al colegio con su prima, que también murió. Lexi Rubio (10 años). La mañana de su muerte había recibido un premio por su rendimiento académico que sus padres no dudaron en celebrar. «Le dijimos que la íbamos a recoger después de la escuela. No teníamos ni idea de que aquello era en realidad un adiós», dijo su madre. Jayce Carmelo (10 años). Murió junto a su prima Jailah. El pequeño había perdido unas semanas antes a su padre. Reuters Layla Salazar (10 años). «Te queremos, pequeña. Siento no haber estado allí para protegerte cuando más lo necesitabas», lamentaba en Facebook su padre, Vinnie Salazar. «Te queremos mucho. Vuela alto, mi pequeño ángel». Reuters Eva Mireles (44 años). Era una de las profesoras que fue asesinada junto a sus alumnos. Casada con un policía y con una hija, llevaba 17 años dando clase en Uvalde. Al inicio de curso, daba la bienvenida a sus alumnos con un cariñoso mensaje en la plataforma de la escuela: «¡Bienvenidos a cuarto grado! ¡Tenemos un año maravilloso por delante! Somos una familia solidaria, divertida y amorosa. Me encanta correr, caminar, ¡y también puede que me veas andar en bicicleta!». Twitter Irma García, la segunda docente. «Mi tía no lo logró, se sacrificó protegiendo a los niños. Murió como una heroína», escribía una de sus sobrinas en redes sociales. Madre de cuatro hijos, daba clase en esta escuela de Uvalde desde hacía 23 años. Twitter