Vicepresidente del CNE: «La presencia de los observadores internacionales no legitima a Maduro»
Venezuela celebra este domingo elecciones regionales con gran parte de la oposición inhabilitada

Enrique Márquez es el vicepresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), y junto a Roberto Picón son los únicos dos representantes independientes de los cinco rectores que tiene la directiva del poder electoral en Venezuela, por ahora, dominado por el chavismo. En los 22 años que lleva el chavismo en el poder hay que resaltar que es la primera vez que la oposición cuenta con dos de los cinco rectores, lo que no es suficiente para tener un equilibrio en la toma de decisiones, pero sí un avance que puede actuar como un freno ante los desmanes del régimen autoritario.
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Nacido hace 58 años en Maracaibo, (Zulia), el ingeniero eléctrico tuvo que renunciar a su militancia opositora cuando fue nombrado vicepresidente del CNE, donde preside la Comisión de Participación Política y Financiamiento. En su entrevista con ABC confiesa no tener un dilema existencial entre ser opositor y ser árbitro del organismo electoral en los comicios. «Intento ser imparcial. Me atengo a las normas, reglamentos, a sus excepciones y su flexibilidad, le guste o no a los actores políticos».
A Caracas han llegado unos 40 observadores electorales de la UE, media docena de la ONU y otros tantos del Centro Carter, ¿su presencia es injerencia como usted lo declaró?
No en lo absoluto, se malinterpretó mi declaración. El convenio firmado con la Unión Europea contempla tres aspectos que deben ser llevados a cabo a satisfacción de la UE como la libertad de movilidad, libertad de reunión y libertad de expresión en el marco establecido para evitar la injerencia en el ejercicio electoral.
¿Los observadores europeos son convidados de piedra?
No son invitados de piedra. Pueden declarar a través de su portavoz oficial que en este caso es Isabel Dos Santos y presentar su informe públicamente.
¿Por qué entonces tanto recelo con los observadores internacionales que es la primera vez que son invitados en dos décadas del chavismo?
Hoy no tenemos nada que ocultar. Estamos abriendo las puertas para que vean los avances y sean reconocidos, y lo malo para ser corregido. La presencia de la UE, la ONU y el Centro Carter es una garantía electoral, un avance político importante que ha sido producto del consenso político.
¿La presencia de los observadores de la UE y ONU legitiman al régimen de Maduro?
No, para nada. Su presencia no tiene que ver con la legitimación sino con la necesidad de que el proceso electoral sea observado de manera distinta.
¿Cómo es eso?
La observación internacional, especialmente de la UE, para el CNE y para el pueblo venezolano es buena y necesaria porque permite mostrar los intentos de reconstrucción democrática que es una piedra angular en la solución de los problemas que afrontan la oposición y el gobierno mediante la concertación, la recomposición en el marco de la Constitución venezolana.
¿Ha mejorado el CNE desde mayo pasado, cuando llegó como vicepresidente del mismo?
Hemos mejorado en lo técnico un 90%, tenemos un sistema robusto y blindado, pero en lo político estamos lejos de alcanzar una cifra satisfactoria.
¿En lo político cuánto han avanzado?
Diría en un 50%. Estamos muy lejos todavía de alcanzar un nivel satisfactorio debido a los numerosos problemas que tenemos con las organizaciones políticas. Tenemos una deuda pendiente con los partidos.
¿Cómo hacen unas elecciones con los principales partidos de la oposición proscritos y ‘secuestrados’ por otros, y políticos inhabilitados?
En lo político tenemos grandes lagunas. Hay 14 organizaciones intervenidas y, de ellas, tres son de la oposición como Voluntad Popular, Acción Democrática y Primero Justicia. Son partidos perseguidos por la Justicia.
¿Cuántos políticos fueron inhabilitados?
No lo sé. Es un problema que el CNE no ha podido resolver, lo reconozco. Venezuela no puede seguir así. Hay un déficit político democrático.
¿Qué fallos todavía presenta el sistema del CNE?
Todavía fallamos en la fiscalización, el uso de los bienes comunes, la aplicación de sanciones durante la campaña que va dirigida a los electores. Las reprimendas son apenas unos actos simbólicos.
¿Los técnicos de los partidos denuncian que el CNE ha hecho mejoras en el software y auditorías solapadas?
Hemos hechos 18 auditorías. Es un sistema robusto y blindado.
¿Es confiable el sistema electrónico del CNE?
Es confiable en un 90%.
¿Qué han dicho las auditorias de los 6 millones de electores emigrados?
No hay información sobre los emigrados. Queremos elevar la transparencia y garantías de que el secreto del voto es protegido, funciona bien.
¿Cómo ha sido el balance de los nuevos registros del CNE?
Se han registrado unos 450.000 nuevos electores. La brecha entre los fallecidos y no borrados del censo es apenas de 1%, lo que es manejable. En total ha habido unos dos millones de actualizaciones de datos y consultas.
¿Qué opina de la renuncia de Carlos Ocáriz a la gobernación de Miranda?
Que la anunció el 11 de noviembre pero la presentó el 12 y ya estaba vencido el plazo. El CNE tiene un reglamento pero se puede apelar a la flexibilidad.