Maduro exige el «carnet de la patria» para obtener gasolina
El documento, que hoy beneficia a los más pobres, permitirá más control al gobierno
No era mentira cuando en diciembre del año pasado el presidente venezolano, Nicolás Maduro , advirtió: «De ahora en adelante todo se hará con el carnet de la patria». En aquel momento, el mandatario aseguró que 15 millones de venezolanos ya contaban con la documentación digitalizada y así ellos estaban al tanto «de las necesidades de cada persona».
Desplazando a la cédula de identidad, este carnet es un instrumento creado por el régimen para ejercer control político sobre el pueblo y, en algunos casos, hasta intimidación tal como sucedió en las elecciones del 20 de mayo. Toda persona que tenga el carnet goza de beneficios como solicitar una vivienda, un crédito en el banco o ayuda médica y también sirve para pedir las bolsas de comida CLAP, que regala el Gobierno a los sectores populares. A partir de ahora será además un requisito obligatorio para obtener la gasolina , en el marco de la nueva política energética.
Durante la instalación del IV congreso del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el mandatario venezolano pidió que todo el que tuviera coche, moto, transporte público o de carga asistiera entre el próximo viernes 3 de agosto y el domingo 5 a una gran jornada del censo para recibir el carnet de la patria . Sin embargo, lo que muchos no saben es que este carnet no está hecho para todos los venezolanos. Dentro de los requisitos para obtener el documento se necesita una constancia de residencia que expiden los consejos comunales -una especie de asociación de vecinos progobierno- que certifican el lugar de vivienda y que están ubicados estratégicamente en zonas oficialistas.
La lotería del reparto
Los consejos comunales se crearon en todos los sectores populares del país, más no en las zonas residenciales que son mayormente opositoras. Lo que significa que la nueva medida de vender gasolina a través del carnet de la patria afectará directamente a la parte de la población que no lo tiene , ya sea por no sentirse identificado con el Gobierno o por no demandar las ayudas sociales que ofrecen.
A la espera de saber quiénes se beneficiarán del «carnet de la patria» a partir del fin de semana que viene, y cómo obtendrán gasolina los que no lo pidan o no lo obtengan, la preocupación inmediata de los venezolanos es ahora lidiar con la última devaluación mayúscula, resumida en la mágica fórmula de quitarle cinco ceros a los billetes de bolívar .
Los venezolanos han perdido la cuenta de cuántas veces Nicolás Maduro apareció en directo por todas las televisiones anunciando devaluaciones el año pasado. Sin embargo, el billete de 100 bolívares no ha desaparecido. En la nación sudamericana mientras una botella de agua cuesta 1.200.000 bolívares (0,3 euros), un tanque de 40 litros de gasolina se paga con dos de los viejos billetes de 100 (0,02 euros), que solo sirven para pagar el combustible y por los que no recibes cambio.
Más incógnitas
De esa manera, y como si fuera un logro, Nicolás Maduro presume de que Venezuela tenga «la gasolina más barata del mundo» . Sin embargo, ante la incontrolable inflación y el desastre económico que colapsa al país, el sábado por la noche el mandatario reconoció que su Gobierno debe emprender una nueva política energética para un «uso racional» del combustible.
En pleno congreso del partido socialista en el poder, Nicolás Maduro anunció que la respuesta al problema de la gasolina era racionalizarla a través del llamado «carnet de la patria». «Decir que la gasolina se regala es poco, pagamos por echarla, tenemos que ir a un uso racional y esto va a impactar cambios en todo el transporte automotor», dijo.
Aunque no se refirió al precio final de la gasolina, Nicolás Maduro prometió grandes cambios económicos a partir del 20 de agosto, fecha en la que entra en vigor la nueva reconversión monetaria con la eliminación de cinco ceros al bolívar y la introducción al mercado de los nuevos billetes.
«Creo que va a haber una gran sacudida porque se va a mover la estructura económica-social del país», aseguró el presidente al tiempo que apuntó que «vienen nuevas reglas que se irán despejando en el transcurso de esta semana». Maduro solicitó propuestas a su partido para atender la grave crisis económica y comentó que el Partido Comunista (PCV) le había propuesto la «nacionalización de parte de la economía», algo que el mandatario aún no descarta.
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