La Unión Europea, atrapada entre la determinación de EE.UU. y la alianza de Rusia con China
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sostiene que es «realmente difícil negociar un acuerdo con quien está más inclinado al conflicto»
La Conferencia de Seguridad de Múnich ha dejado claro que el mapa estratégico global está cambiando rápidamente. El representante de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell , ha hablado del «manifiesto revisionista» que proponen Rusia y China y que serviría de fondo argumental a la guerra que Putin parece decidido a librar en Ucrania. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg , se ha referido a una «nueva normalidad en la que la paz en Europa no está garantizada», y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel , ha reconocido que «no podemos estirar la rama de olivo para siempre mientras Rusia realiza pruebas con misiles y continúa concentrando tropas en la frontera de Ucrania».
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Nunca antes en la historia del foro se ha hablado así sobre un conflicto armado en el continente europeo. El caso es que también ha quedado clara una diferencia que marca nuevas reglas del juego, diferentes a las que han regido desde la Segunda Guerra Mundial. Europa ha venido basando su seguridad en el puente trasatlántico y en la OTAN, que pierde firmeza. No porque el compromiso estadounidense haya disminuido, sino porque Washington tiene ahora otra prioridad para organizar sus movimientos: el Pacífico. Como potencia emergente, China obliga a Washington a replantear el tablero y sus diplomáticos están convencidos de que «no se puede optar por la paz a cualquier precio», un giro que desborda a la UE, volcada en la vía diplomática y en las sanciones. EE.UU. ha dejado claro, en boca de su vicepresidenta, Kamala Harris, que «no van a ser suficientes». «Es realmente difícil negociar un acuerdo con quien está más inclinado al conflicto», ha reconocido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Lo más grave desde 1945
«Casi todos los participantes esperan una invasión rusa de Ucrania en los próximos días », ha concluido Ian Bremmer, presidente del renombrado grupo de expertos geopolíticos Eurasia Group, resumiendo el estado de ánimo en Munich. «Lamento decir que la escala del plan que estamos viendo es algo que realmente podría ser la guerra más grande en Europa desde 1945», ha reconocido también el primer ministro británico, Boris Johnson, en los pasillos de la Conferencia de Seguridad. «Todo indica que el plan ya ha comenzado de alguna manera».
Muchos participantes en la conferencia se han esforzado en subrayar que no se trata solo de un posible conflicto militar entre dos estados, sino que el significado de la agresión rusa va mucho más allá . «Treinta años después del final de la Guerra Fría, nos enfrentamos a un esfuerzo decidido por redefinir el orden internacional », ha señalado Borrell, sobre el alcance de la operación. También ha recordado que Rusia y China están «haciendo muchas cosas juntos» y que ambas potencias están muy interesadas en evitar revoluciones democráticas en su vecindad. «Hablan de multilateralismo, pero hacen de la política de poder la piedra angular de su política internacional, y tenemos que luchar contra ese movimiento».
Lo cierto es que, en Múnich, China solo ha respaldado parcialmente a Moscú . El ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, ha enfatizado que «debe protegerse y respetarse la soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos los países, y eso incluye a Ucrania». Sin embargo, Wang ha apoyado expresamente a Putin al hablar en contra de una expansión hacia el este de la OTAN.