Ucrania advierte de que toda la ONU está «bajo ataque» y EE.UU. anunciará este martes nuevas sanciones
Las decisiones de este lunes de Putin, que estiran todavía más la cuerda ponen a Europa del Este a las puertas de un conflicto bélico
Putin envía tropas a las regiones separatistas de Ucrania tras reconocer su independencia
El conflicto Ucrania-Rusia, en directo
«EE.UU. impondrá mañana sanciones contra Rusia por esta clara violación de la ley internacional y de la soberanía y de la integridad territorial de Ucrania», aseguró este lunes por la noche la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield. La diplomática hacía el anuncio nada más concluir una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU, el órgano de mayor poder en la organización internacional, a petición de Ucrania para discutir la decisión de Rusia de reconocer la independencia de dos regiones del país de Europa del Este y anunciar el envío de tropas.
Fue una reunión con condenas fuertes por parte de EE.UU. y de sus aliados occidentales frente a las decisiones de este lunes de Vladimir Putin, que estiran todavía más la cuerda en Ucrania y que ponen a Europa del Este a las puertas de un conflicto bélico.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, había anunciado durante el día del lunes sanciones que impiden a entidades estadounidenses tener relaciones económicas en las dos regiones separatistas y se espera que las de este martes se amplíen instituciones financieras y figuras cercanas al régimen de Vladimir Putin. A ellas se podrían añadir medidas sobre el control de exportaciones , según aseguraron a Reuters fuentes de la Casa Blanca.
En cualquier caso, las sanciones serán coordinadas con sus aliados occidentales. Uno de ellos, Reino Unido, ya avanzó en la reunión del Consejo de Seguridad que impondría nuevas sanciones a Moscú. «Sus acciones t endrán consecuencias económicas severas», aseguró la embajadora británica ante la ONU, Barbara Woodward.
En la reunión hubo llamamientos repetidos de varios miembros a que Rusia detenga su escalada agresiva en Ucrania y regrese a la vía diplomática. Pero, sobre todo, condenas y advertencias muy duras por parte de la mayoría de los miembros. «Debemos dejar claro que un ataque a Ucrania es un ataque a la soberanía de cada miembro de la ONU y a la Carta de la ONU, y que será respondido con consecuencias rápidas y severas», dijo Thomas-Greenfield. La embajadora estadounidense aseguró que la decisión de Putin de reconocer a esas regiones ucranianas como independientes es un «intento de creer un pretexto para una nueva invasión de Ucrania», algo que la Administración Biden lleva insistiendo hace semanas. Putin aseguró que su orden para el envío de tropas a esas regiones es una «misión de paz», algo que Thomas-Greenfield calificó de «sinsentido». «Sabemos lo que son en verdad», dijo.
Thomas-Greenfield también dijo, como repitieron también otros países miembros después, que la decisión de Putin «hace pedazos los Acuerdos de Minsk» y que EE.UU. cree que el presidente ruso «no se quedará ahí» y proseguirá en sus agresiones.
La de este lunes era la tercera reunión del Consejo de Seguridad sobre Ucrania en tres semanas y no sirvió para impulsar ninguna resolución ni propuesta de medida -Rusia tiene derecho de veto-, solo para solidificar la distancia en las posturas entre Rusia y sus rivales occidentales. El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, repitió las acusaciones habituales de Putin sobre la situación en el este de Ucrania se debe a la acumulación militar de Occidente. Y defendió que el reconocimiento de Donetsk y Luhansk como repúblicas independientes es para «proteger y preservar» a sus residentes de un «baño de sangre».
Nebenzia, que dirigía la sesión ya que Rusia es la presidenta de turno del Consejo de Seguridad, tuvo que ceder la palabra al representante de Ucrania, Sergei, Kislitsia. «Hoy todos los miembros de la ONU están bajo ataque», dijo el diplomático, que acusó a Putin de ser una «amenaza para la paz y la seguridad».
« Estamos en nuestra tierra. No tenemos miedo a nada ni a nadie. No debemos nada a nadie. Y no regalaremos nada a nadie», advirtió con dureza en unas palabras similares a las expresadas ese mismo día por el presidente de su país, Volodimir Zelenski.
Quien tuvo una participación muy discreta fue China. Su embajador, Zhang Jun, se limitó en un discurso muy escueta a pedir que «todas las partes interesadas ejercen contención y evitar cualquier acción que pueda echar combustible a las tensiones», sin citar en ningún caso las acciones tomadas por Rusia. La tibieza del comunicado muestra la complicada posición en la que se encuentra China, que siempre ha defendido de manera sólida la integridad territorial y la soberanía de los países miembros, pero que no se posiciona ante una agresión rusa a esos principios. Moscú es una aliado fundamental para Pekín ante la creciente rivalidad de China con EE.UU. como superpotencia económica y militar.