Tusk presenta a Cameron la oferta de acuerdo de la Unión Europea

Ofrecerá un «freno de emergencia» a las ayudas a inmigrantes de la UE

David Cameron (d) recibe al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, este lunes en Downing Street EFE

LUIS VENTOSO

Aunque se ha metido en un jardín espinoso con su referéndum , convocado en su día por motivos de cocina política interna, David Cameron quiere seguir en la Unión Europea . Sabe que lo contrario supondría un disparate económico y así se lo recuerda el poder de la City. Su estrategia pasa por alcanzar un acuerdo de reformas con sus 27 socios en la cumbre europea de los próximos días 18 y 19 . De allí debería salir un cepillado de la relación del Reino Unido con Europa, que le permita congraciarse con su parroquia euroescéptica a fin de convocar el referéndum ya el próximo 23 de junio , evitando que la cuestión se pudra todavía más.

Como prolegómeno de la cita crucial de mediados de mes, ha visitado Downing Street el presidente del Consejo de la UE, el ex primer ministro polaco Donald Tusk . El domingo cenó en la residencia de Cameron, pero fue una velada corta en todos los sentidos. Menos de dos horas de charla para dar cuenta del salmón ahumado y la ternera inefablemente inglesa que le presentó el anfitrión y un explícito «no hay acuerdo todavía» a la salida del número 10.

Juncker ha ideado la salida intermedia del llamado freno de emergencia

Tusk pidió en la noche del domingo 24 horas más de negociaciones y este lunes anunció que se estaba registrando «un buen progreso», que le permitirá presentar este martes al mediodía su oferta de acuerdo a los británicos . Se espera que ofrezca un «freno de emergencia» inmediato, que permitiría a Cameron suspender por cuatro años las ayudas sociales a los inmigrantes de la UE si prueba que el aluvión está amenazando sus cuentas públicas.

Los ingleses iban más allá, pretendían que todo trabajador tenga que cotizar cuatro años en el Reino Unido antes de percibir subsidios , pero Juncker, viejo zorro de la diplomacia europea, ha ideado la salida intermedia del llamado freno de emergencia, que no vulnerará de manera tan grosera los tratados de la Unión.

Partidos xenófobos

En el año 2010, cuando tomó por primera vez posesión como primer ministro, David Cameron prometió bajar la cifra de anual de inmigrantes que llegan al Reino Unido a cien mil . Las cifras reales triplican ya las de aquella promesa, de ahí la importancia que conceden los británicos a un asunto que caldea a su opinión pública, agitada por partidos de perfil xenófobo como UKIP y por añejas nostalgias imperiales.

Tusk ofertará también que el Reino Unido quede fuera de todo proyecto de unión más estrecha entre los países europeos. Además recibirá salvaguardas de que no se verá perjudicado por decisiones pensadas por y para las naciones de la Eurozona. Con ese menú resolvería los puntos más espinosos de las demandas inglesas, salvo el de conceder más poder de veto a los parlamentos nacionales . En el cuarto punto de los requerimientos de Cameron están todos los socios de acuerdo: intensificar el mercado único liberándolo de trabas burocráticas para hacer más y mejores negocios.

Pero al final, como siempre, todo deberá recibir el gran plácet en un cara a cara de del premier inglés y la canciller alemana.

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