Trump y Rubio emiten las primeras críticas contra la visita de Obama a Cuba
El magnate ha lamentado la «falta de respeto» cometida durante la recepción del mandatario estadounidense a su llegada a la isla
El presidente de Estados Unidos, el demócrata Barack Obama , llegó este domingo a La Habana en la primera visita de un líder estadounidense a la isla en 88 años . El clima electoral del país norteamericano, donde actualmente se celebran las primarias para elegir a los candidatos a los próximos comicios presidenciales, ha desencadenado las primeras reacciones de políticos en liza, como del magnate Donald Trump y del recientemente retirado de la carrera a la Casa Blanca, Marco Rubio.
«Falta de respeto»
Trump ha considerado este lunes una falta de respeto que el presidente de Cuba, Raúl Castro, no recibiese a Barack Obamay en el aeropuerto de La Habana a su llegada a la isla. «¡Guau! El presidente Obama acaba de aterrizar en Cuba, una gran cosa, y Raúl Castro ni siquiera estaba allí para recibirle. Recibió al Papa y a otros. No hay respeto », escribió el magnate en su activa cuenta en la red social Twitter.
Wow, President Obama just landed in Cuba, a big deal, and Raul Castro wasn't even there to greet him. He greeted Pope and others. No respect
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 20 de marzo de 2016
El Air Force One, el avión presidencial estadounidense donde Obama viajó acompañado de su esposa Michelle, sus hijas Malia y Sasha y su suegra Marian Robinson, aterrizó en el Aeropuerto Internacional de La Habana sobre las 16.20 hora local (20.20 GMT). El mandatario fue recibido por el canciller cubano, Bruno Rodríguez , acompañado de la directora para América del Norte del Ministerio de Exteriores, Josefina Vidal; el embajador de Cuba en EE.UU., José Ramón Cabañas, y el encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en la isla, Jeffrey DeLaurentis.
En un debate de campaña reciente, Trump dijo que no está «de acuerdo con el presidente Obama» sobre la política hacia Cuba, pero se encuentra «a medio camino» entre la posición del mandatario y el rechazo absoluto de sus rivales republicanos . «Creo que tiene que haber algo (que cambie la relación con Cuba). Después de 50 años, ya ha llegado la hora, amigos», sostuvo entonces Trump. El magnate defendió que hace falta «un acuerdo mucho mejor» que el que se alcanzó en julio pasado para restablecer las relaciones diplomáticas y avanzó que, de si llega a la Casa Blanca, probablemente cerrará la embajada estadounidense en La Habana hasta que logre un nuevo pacto con Cuba.
«Legitimar» a los Castro
El senador Marco Rubio también se unió a las críticas de la visita de Obama a la isla, rechazo que expresó indicando que el gesto dota de «legitimidad y dinero» al Gobierno cubano con el histórico viaje a La Habana que inicia mañana. Rubio, nacido en Miami de padres cubanos , consideró en un comunicado que el viaje de Obama será uno de los más «vergonzosos» efectuados nunca por un presidente de Estados Unidos. «Este viaje dará legitimidad y dinero a un régimen antiestadounidense que mina activamente nuestros intereses de seguridad nacional y actúa contra nuestros valores todos los días», opinó el senador, que preside el subcomité para América del Senado.
«El entorno del presidente dormirá en hoteles controlados por los militares cubanos, que fueron confiscados por el régimen y que están entre los 7.000 millones de dólares en demandas legales impagadas que deben a propietarios estadounidenses», añadió Rubio. El excandidato republicano, que abandonó las primarias esta semana tras la rotunda derrota en Florida (su estado), censuró asimismo que Obama «se salte la Iglesia de Santa Rita» en su visita. Allí es «donde las Damas de Blanco han derramado tanta sangre y han sido golpeadas por el régimen de los Castro rutinariamente por demandar simplemente la libertad de sus seres queridos», indicó el legislador.
Rubio, hijo de inmigrantes de la isla que llegaron a EE.UU. en 1956, antes de la revolución cubana, criticó también la «acción unilateral» de Obama para «debilitar» el embargo comercial y económico con Cuba, que solo el Congreso puede levantar. El senador también criticó la decisión de Obama de terminar su viaje asistiendo a un partido de béisbol, al considerar este gesto un símbolo de su viaje y su política hacia Cuba: «Cree que es un juego», resumió. «Este viaje y su política de concesiones unilaterales al régimen son tan ingenuos y erróneos como su política exterior en otras partes del mundo. Estados Unidos debería estar con sus aliados y no abrazar, enriquecer y dar poder a nuestros enemigos, como el presidente Obama está a punto de hacer con Cuba», concluyó el legislador.