Trump recula después de plantear inyecciones de lejía contra el virus

El presidente alega que estaba siendo sarcástico y suspende sus ruedas de prensa

El presidente Donald Trump sostiene unos bastoncillos de algodón durante una rueda de prensa AFP
David Alandete

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Justo cuando los primeros estados norteamericanos comienzan a reabrir gradualmente algunos negocios , el presidente ha decidido dar un paso atrás. Tras el gran fiasco de elucubrar en directo desde el podio de la Casa Blanca con la posibilidad de combatir el coronavirus con inyecciones de desinfectante o proyección de luz dentro del cuerpo humano, Donald Trump ha suspendido sus ruedas de prensa diarias y ha vuelto a optar por la red social Twitter como su altavoz favorito. «Con cuidado y sentido común», recomendó ayer el presidente ante la inminente reactivación paulatina de la economía en los estados menos afectados, como Georgia, Florida, Tennessee o Misuri.

Desde que llegaron a EE.UU. los primeros contagios de Covid-19, Trump ha dado medio centenar de conferencias de prensa diarias, sin límite de preguntas. Hasta el jueves, cuando a iniciativa propia comenzó a preguntar a los médicos de su gabinete de crisis sobre tratamientos experimentales cuyos efectos puden ser nocivos. Según dijo Trump: «Hay desinfectantes que matan [al virus] en un minuto. Puede que haya una forma de hacer algo similar, con inyecciones o un lavado». Después, añadió: «Suponemos que se puede golpear al cuerpo con una luz, muy poderosa, o ultravioleta . Aun no se ha probado, pero se probará».

Esas palabras, extrañas conjeturas proferidas desde el solemne púlpito de la presidencia, le han valido a Trump un bochorno como ha padecido pocos desde que llegó a la Casa Blanca. Las burlas se han mezclado con advertencias médicas en contra de ingerir o inyectarse lejía, y uno de los mayores fabricantes de desinfectante de EE.UU., Lysol, ha tenido que emitir un comunicado aclarando que sus productos no se deben beber. «No me puedo creer que deba decir esto, pero por favor, no beban lejía», dijo el rival demócrata de Trump, Joe Biden , en Twitter.

El presidente, claramente contrariado, cortó el viernes una comparecencia ante la prensa tras 20 minutos, sin tomar preguntas. Antes había dicho en una reunión en la Casa Blanca que sus comentarios sobre la lejía y la luz ultravioleta eran «sarcásticos». Después acusó a la prensa de manipular sus palabras , aunque estas fueron emitidas en directo. Sábado y domingo, Trump canceló casi todos los actos en su agenda, exceptuando su participación en una misa por internet.

Lo único que de momento le sirve a Trump de respiro es que el Capitolio está de receso hasta el 4 de mayo . La líder demócrata Nancy Pelosi sigue en Washington y está dando entrevistas en las principales cadenas televisivas, pero la actividad legislativa está paralizada y tras la aprobación de dos monumentales paquetes de estímulo decasi tres billones de dólares, Washington está en relativa calma. Pelosi intentó despertar al legislativo aprobando un sistema de voto remoto, pero los republicanos se opusieron. Nunca, ni durante la guerra civil ni las guerras mundiales, se permitió algo semejante, y al fin y al cabo la Constitución reza que senadores y diputados «deben estar presentes» para votar.

Estos pasados días han reabierto comercios en Georgia y algunos lugares públicos como las playas en varios condados de Florida. En los próximos días, según vaya entrando mayo, los estados con menos tasa de muertes seguirán ese ejemplo.

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