Biden critica que Trump quiera reabrir Estados Unidos en Semana Santa

El presidente de EE.UU. que el confinamiento solo afecte a la población vulnerable y que el resto vuelva a trabajar manteniendo distancia física y precauciones

El presidente Trump con Mike Pence, antes de la rueda de prensa en la Casa Blanca EFE

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EE.UU. vive estos días realidades paralelas. Por un lado, la expansión de la epidemia del coronavirus avanzaba con fuerza, con más de 50.000 casos este martes y cerca de 650 fallecidos, con el estado de Nueva York convertido en el peor foco del mundo y abocado al colapso hospitalario en cuestión de días. Por otro lado, los estadounidenses veían al presidente de su país en sus televisores apostar por priorizar la economía y volver a poner a la gente a trabajar a corto plazo.

«Me gustaría que el país estuviera en marcha el domingo de Pascua», dijo Trump este martes desde la Casa Blanca, acompañado de miembros del grupo de trabajo contra el coronavirus, en una comparecencia en Fox News dedicada a tranquilizar a la sociedad y, sobre todo, a los mercados (ayer la bolsa de Nueva York consiguió la mayor subida en un día desde 1933). Una quincena de estados han impuesto el confinamiento generalizado de sus ciudadanos, aunque con una versión más laxa que en Italia o España: se puede salir a pasear o hacer ejercicio si se mantiene la distancia. «¿No sería fantástico tener las iglesias llenas el domingo de Pascua ?», dijo Trump al entrevistador. «Habrá iglesias hasta arriba en todo el país».

Trump redobló su apuesta por la nueva postura que defiende desde el domingo de medianoche, cuando anunció que « la cura no puede ser peor que el problema ».

La idea de Trump es evaluar las directrices de distanciamiento de la Casa Blanca cuando acabe el periodo de quince días que estableció el 16 de marzo, es decir, el próximo lunes.

«Esto ha sido muy duro y desestabilizador», dijo sobre el establecimiento de medidas de distanciamiento, trabajo desde casa o cierre de colegios. «Pero tenemos que volver al trabajo y la gente puede volver a sus trabajos y hacerlo con cabeza», añadió el multimillonario neoyorquino, que apunta a preferir que el confinamiento solo afecte a la población vulnerable y que el resto vuelva a trabajar manteniendo distancia física y precauciones como el lavado habitual de manos.

Más tarde, en rueda de prensa, el presidente de EE.UU. dio una marcha atrás parcial y dijo que la vuelta al trabajo sería para « grandes áreas del país », y citó algunas, como zonas rurales del Medio Oeste o condados de Texas, con muy impacto actual del coronavirus.

Anthony Fauci, la autoridad en enfermedades infecciosas del Gobierno de EE.UU., compareció por primera vez desde el cambio de postura de Trump y corrigió el mensaje asegurando que la toma de decisiones será « flexible » y que en algunos sitios no hay que ser «duros», pero en otros, como Nueva York, no se puede bajar el tono.

La situación es tan grave en la principal ciudad del país y en el estado al que da nombre, que Fauci y la otra experta en coronavirus de la Casa Blanca, Deborah Birx, pidieron a cualquier persona que haya estado en Nueva York y hayan ido a otra parte del país que hagan una cuarentena de catorce días.

Incremento dramático

La realidad es que en Nueva York el escenario es dramático y cualquier plan de vuelta a la normalidad de Trump suena irrealizable. El estado acumula la mitad de los casos del país, con solo un 6% de la población. Este martes, contaba con 25.655 casos , en un salto de más de cinco mil positivos en un solo día. La peor parte se la llevaba la ciudad de Nueva York, con casi 15.000 casos y un aumento de 2.599 en 24 horas. Este martes, el estado de Nueva York, que tiene casi 20 millones de habitantes, superó en número de casos por millón de personas a Italia: el país transalpino tiene poco más de 1.000 mientras que el estado de EE.UU. se ha disparado hasta cerca de 1.300.

Los datos los ofreció el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo , en una rueda de prensa emotiva en la que defendió que «no hay partido» si hay que elegir entre salud pública y economía.

«Mi madre no es prescindible, tu madre no es prescindible», dijo sobre la población más vulnerable y reconoció un «incremento dramático» de la epidemia. « No estamos aplanando la curva , se está empinando», dijo sobre el ritmo de contagios, cuyo número se duplica cada tres días. Cuomo advirtió que el pico de contagios, en el que los sistemas hospitalarios habrán colapsado, será más alto de lo que se creía y llegará antes de lo previsto. Lo situó en 15 días.

Cuomo detalló la situación «crítica y desesperada» que enfrenta para encontrar el equipamiento médico que necesitará en pocos días, cuando se dispare todavía más el número de contagios y los hospitales no den abasto. Hace unos días, la necesidad de camas hospitalarias es ahora de 140.000 - el estado dispone de unas 55.000 y al principio se creía que se necesitarían 110.000- y solo cuenta con 7.000 respiradores, frente a los 30.000 que requerirá para casos graves.

Cuomo habló desde el Javits Center, un centro de convenciones en Manhattan, el mayor de EE.UU., que está siendo habilitado como hospital temporal, entre cajas de mascarillas.

Muertes por gripe

«Necesitamos ayuda federal, no hay otra manera de hacerlo», dijo el gobernador sobre la urgencia de que la Administración de Donald Trump invoque la ley de Producción de Defensa y obliga a las empresas a fabricar ventiladores con urgencia. «FEMA ha dicho que nos va a mandar 400 ventiladores», dijo sobre la agencia federal de gestión de emergencias. «¿400? ¡Necesitamos 30.000! No están entendiendo la magnitud del problema», protestó. Más tarde, Trump le respondió que tuvo la posibilidad de comprar 16.000 ventiladores en 2015 y no lo hizo sobre. «Se supone que él debe comprar sus propios ventiladore»”, dijo el presidente.

Cuomo advirtió que la situación de Nueva York se trasladará a otros estado, algo que no convence al presidente de EE.UU., decidido a no apostar por el confinamiento. «¿Cómo vas a parar al país más exitoso del mundo?», se preguntó Trump. «Todos los años perdemos miles y miles de personas por la gripe y no paramos el país. Perdemos más gente en accidentes de tráfico y no decimos a las compañías que dejen de fabricar coches».

La nueva postura de Trump ha sido combatida por la oposición demócrata y por buena parte de la comunidad médica. «Hablar de abandonar las restricciones solo tras una semana es irresponsable y peligroso», aseguró Tom Inglesby , director del Johns Hopkins Center for Health Security.

«Va a morir más gente si ponemos al país en recesión o en depresión», defendió Trump y citó la posibilidad del aumento de suicidios , aunque no dio ningún dato para respaldar esa afirmación.

Críticas de Biden

El exvicepresidente Joe Biden cargó el martes contra Trump por afirmar que quiere tener el país abierto antes del 12 de abril y consideró que el mandatario tendría que «dejar de hablar» y «empezar a escuchar a los expertos » en coronavirus.

«Me encantaría tener el país abierto y ansioso para Pascua», dijo el inquilino de la Casa Blanca en una entrevista concedida a Fox News. Según sus cálculos, en «dos semanas», a contar desde «el lunes o el martes», Estados Unidos podría recuperar el «statu quo».

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