Trump desafía a los demócratas el día en que comienzan las vistas del «impeachment»
El presidente invita a China a investigar a la familia de Biden, como ya hizo con Ucrania
No contento con sus problemas con Ucrania, un desafiante Donald Trump invitó ayer a China a sumarse a las investigaciones a Joe Biden, su principal rival en el campo demócrata de cara a las elecciones del año que viene. Hacer el escándalo todavía más grande es la estrategia por la que ha optado el presidente de EE.UU., cuya investigación en el Capitolio comenzó formalmente ayer con el interrogatorio, a puerta cerrada, del que fue su enviado especial a Ucrania hasta el viernes pasado.
«China debería abrir una investigación de la familia Biden porque lo que hicieron en China es casi tan grave como lo que hicieron en Ucrania», según dijo ayer el presidente, quien añadió que un hijo de Biden, Hunter, cobró la exorbitante cantidad de 150.000 millones de dólares (136.000 millones de euros) del régimen comunista, sin aportar pruebas. Trump abandonó ayer brevemente un Washington completamente consumido por la batalla del «impeachment» (recusación) para ir a Florida a dar un mitin sobre sanidad.
A pesar de que en teoría ayer iba a limitarse a hablar de políticas de salud, el presidente no pudo evitar acabar denunciando que su país «se irá al infierno» si los demócratas, «nada más que una banda sedienta de poder », logra arrebatarle la presidencia el año que viene. «La oposición ha sido secuestrada por los radicales, nos llevan hacia un socialismo como el de Venezuela y Cuba», denunció Trump, que fue vitoreado por los asistentes al mitin.
La presidenta de la Junta Electoral norteamericana, Ellen Weintraub, se vio obligada ayer a aclarar por medio de Twitter que «es ilegal pedir o recibir cualquier regalo o favor de cualquier persona o entidad extranjera de cara a unas elecciones celebradas en EE.UU.»
Mientras Trump se dirigía a sus partidarios, en el Capitolio los demócratas daban por inaugurada la investigación para recusar al presidente. Kurt Volker, dimitido el viernes como enviado a Ucrania, dio detalles ante la comisión de Inteligencia de sus viajes a Kiev y sus labores de mediación para cumplir los deseos de Trump de que ese país europeo abriera una investigación a la familia Biden por sus negocios allí. Los demócratas le pidieron a Volker detalles sobre una reunión que organizó el 2 de agosto en Madrid entre el abogado personal del presidente, Rudy Giuliani, y un enviado del presidente ucraniano, Andrei Yermak.
El objetivo de las seis investigaciones en el Capitolio para el «impeachment» de Trump es dilucidar si abusó de su poder para rescindir 400 millones de dólares en ayudas a Ucrania si ese país no aceptaba investigar a Biden. Se da la circunstancia de que este veterano político, vicepresidente entre 2009 y 2017, lidera las encuestas de las primarias demócratas para las elecciones de 2020, en que Trump se juega la reelección.
La respuesta de Biden
Asediado por Trump, Biden respondió por fin ayer a los ataques, acusando a Trump de «sacar a pasear toda una serie de teorías de la conspiración que han sido desmentidas con datos». Según dijo el candidato demócrata a través de su campaña, «el presidente está hundiéndose en directo ante las cámaras de televisión, y parece que nada puede ya salvarle».
Los republicanos, que en su mayoría mantienen su defensa del presidente, presentaron ayer una moción en la Cámara de Representantes para detener las investigaciones . Fue su forma de demostrar su apoyo a Trump, que compartió en redes sociales su agradecimiento por ese brindis al sol.
El «impeachment» sigue hoy su curso en el Capitolio, donde testificará el inspector general (figura similar a la del defensor del pueblo) Michael Atkinson. Los demócratas han citado también al abogado personal del presidente, Rudy Giuliani; al jefe de la diplomacia norteamericana, Mike Pompeo, y a otros cinco funcionarios, en activo y jubilados. De momento, la Casa Blanca mantiene que no cooperará con esas pesquisas, y no hay precedentes que indiquen qué puede suceder si los demócratas acusan al presidente y sus lugartenientes de desacato.