Trump demanda a su sobrina y al diario 'The New York Times' por revelar sus datos fiscales
«No es más que un perdedor, y lo único que sabe hacer es montar espectáculos», dice Mary Trump
El expresidente Donald Trump demandó el martes al diario ‘The New York Times’ por una información publicada en 2018 sobre la fortuna familiar y las estratagemas fiscales para reducir la carga tributaria. La demanda, presentada en Nueva York, también acusa a su sobrina, Mary Trump, de violar un acuerdo de confidencialidad al revelar información fiscal que se le facilitó durante una disputa sobre la herencia del padre del expresidente, Fred Trump.
La demanda acusa directamente al ‘Times’ y a tres de sus empleados, Susanne Craig, David Barstow y Russell Buettner, de perseguir a Mary Trump para convencerla de que les entregara los documentos, a pesar de que, dicen los abogados del expresidente, los tres sabían que ella había firmado un acuerdo de confidencialidad.
Según reveló en 2018 el ‘Times’, Trump, amasó su fortuna con al menos 413 millones de dólares (357 millones de euros) recibidos de su padre por los que evadió una considerable cantidad de impuestos. Según la mencionada investigación, los padres de Trump donaron aún en vida a sus hijos más de 1.000 millones de dólares, por los que deberían haber pagado unos 550 millones de dólares en impuestos. Además la familia Trump se benefició de una serie de maniobras para evitar la tasa del 55% aplicada a las herencias, y acabó pagando apenas 52 millones, un 5% de lo que marca la ley. El presidente tiene tres hermanos. Otros dos fallecieron en 1981 y 1985.
El padre del actual presidente, Fred Trump, murió en 1999 dejando una fortuna a sus descendientes. Cuando su hijo Donald se lanzó al negocio inmobiliario en los años 70, y necesitaba dinero en líquido, el padre le derivó decenas de millones de dólares. Esto contradice la versión de Trump de que lo único que recibió de su familia fue un millón de dólares para comenzar su andadura empresarial. En realidad, esa cifra es de al menos 60 millones, según la investigación del ‘Times’.
Mary Trump reveló el año pasado en su libro «Siempre demasiado y nunca suficiente» que ella misma entregó a los reporteros 19 cajas de documentos sobre su tío, al que acusa de la humillación y destierro de su propio hermano, Fred Jr., el padre de la autora, que murió en 1981 tras una larga batalla con el alcoholismo. En el libro, Mary Trump revela que aceptó entregar esos documentos porque estaba horrorizada por la conducta de su tío en la presidencia. «Vi en tiempo real cómo Donald destrozaba normas, ponía en peligro alianzas y pisoteaba a los vulnerables», lamenta en el libro.
En una entrevista con este diario hace un año, Mary Trump, que es psicóloga de formación, dijo que su tío «es incapaz de hacer nada que no sea por interés propio, no tiene empatía, y experimenta delirios de grandeza sobre sus logros y aptitudes».
Según la demanda de Donald Trump, los acusados participaron en un complot lesivo para obtener registros confidenciales y altamente sensibles que explotaron en su propio beneficio y para legitimar falsamente sus publicaciones».
En una declaración hecha ayer a la cadena NBC, Mary Trump dijo de su tío: «Creo que es un perdedor y lo único que sabe hacer es montar espectáculos por cualquier cosa. Es desesperación. Las puertas se le están cerrando». Una portavoz del ‘Times’, Danielle Rhoads Ha, dijo por email que la demanda «es un intento de silenciar a las empresas de medios independientes» y anunció que el diario defenderá a los periodistas ante el juez.
El diario incluso reveló que Fred Trump llegó a entregarle 3,5 millones a su hijo comprando fichas de apuestas en uno de sus casinos. Aquello ocurrió en los años 80, cuando varias de las empresas de Trump, incluida su línea aérea y sus casinos en Atlantic City, entraron en suspensión de pagos. Durante aquella época, difícil para el ahora presidente, el padre echó mano de sus ganancias para rescatar los negocios de su hijo.
En 1987 Donald Trump debía a su padre 11 millones de dólares. Si se hubieran condonado como una donación, debería haber pagado una considerable cantidad de impuestos. En lugar de eso, Fred Trump invirtió 15 millones en uno de los edificios de Donald y en cuatro años vendió sus participaciones por 10.000 dólares a su propio hijo. De ese modo, un regalo millonario quedó maquillado como una compra-venta ruinosa para el padre.
Lo cierto es que el ‘Times’ ha publicado una nutrida serie de investigaciones sobre la fortuna de Trump y su trato con el fisco. Antes de las elecciones, el diario reveló que durante 10 años la declaración de la renta no le salió a pagar y que en 2016 y 2017 debió abonar apenas 750 dólares anuales después de las retenciones. Después reveló que el presidente tiene cuentas bancarias en China, Gran Bretaña e Irlanda, de las que no reveló el saldo. La cuenta china sirvió para pagar 188,561 dólares (unos 160.000 euros) en impuestos al régimen de Pekín por negocios en ese país.
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