Trump anuncia un rearme en toda regla «porque EE.UU. tiene más dinero que nadie»
Rusia asegura que no está violando ningún tratado y alerta de que el fin del acuerdo nuclear «hará el mundo mucho más peligroso»
Donald Trump prometió anoche retirar a EE.UU. de todos los acuerdos internacionales que considere necesario para proceder al refuerzo nuclear de la primera potencia mundial. En el que tal vez es el mayor desafío a la comunidad internacional desde el final de la Guerra Fría, el presidente norteamericano prometió «un rearme» en toda regla, algo que según dijo es posible porque el país «tiene mucho más dinero que ningún otro competidor , a mucha distancia».
Las declaraciones del presidente despejaron cualquier duda sobre sus intenciones con respecto al Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, en vigor desde hace 31 años y que permitió la desnuclearización de Europa: «Voy a dar el acuerdo por terminado. Rusia no ha respetado sus términos . Esto se debería haber hecho hace mucho tiempo», dijo en declaraciones a la prensa en Washington antes de salir a un mitin en Texas.
Todo en el anuncio de retirada del acuerdo ha sido, como el resto de la presidencia de Trump, inusual. No lo comunicó de forma oficial en la Casa Blanca, sino en un mitin electoral en Nevada. Luego envió a Moscú a su Asesor de Seguridad Nacional, John Bolton , para que trasladara el mensaje a su homólogo ruso. No consultó con los líderes de su partido en el Capitolio antes de hacer pública su decisión, que según afirma ahora, es firme. Y, finalmente, promete que no será el último acuerdo del que retire al país.
Amenazas en los mítines
Mientras la Casa Blanca y el Pentágono mantienen un escrupuloso silencio ante la falta de directrices, Trump revienta el equilibrio internacional en mítines para las elecciones parciales del 6 de noviembre. El acuerdo del que ahora retira EE.UU. lo negoció Ronald Reagan , alguien poco sospechoso de pacifista o de blanco con los adversarios geoestratégicos de su país. De hecho, el tratado obligó a la URSS a destruir 1.846 misiles de alcance medio, frente a los 846 de los que se tuvo que deshacer EE.UU.
Según opina el embajador norteamericano Richard Burt , que fue uno de los principales negociadores de desarme con la URSS, «el principal problema es cómo está gestionando este asunto la Administración Trump... Y hay que reconocer que los rusos lo están gestionando muy bien, porque EE.UU. se retira de un tratado que a ellos nunca les convenció», añade.
Tras el estupor inicial, los republicanos han comenzado a reaccionar, muchos de ellos expresando alarma. El senador Bob Corker , que preside el Comité de Exteriores del Senado, ha calificado la decisión de «grave error». El también republicano Rand Paul asegura que «es un error muy, muy grave salir de ese modo tan temerario de un acuerdo que es histórico».
Las razones de Trump para la retirada son varios informes de la Inteligencia norteamericana que revelan que Rusia lleva desde 2008 construyendo y probando misiles de alcance medio, en teoría prohibidos, en su estrategia de intimidación a antiguos satélites soviéticos como Ucrania.
Para Trump ahora es de mayor importancia contener a China , que se ha rearmado en el Pacífico en una estrategia expansionista. Al no ser parte firmante del acuerdo cancelado, Pekín ha desarrollado y probado sus misiles, algo que ahora puede llevar a una escalada de la tensión nuclear.
Bolton, en Moscú
Mientras, en Moscú, diputados y senadores rusos, dirigentes de partidos políticos y medios de comunicación continúan comentando intensamente y de forma condenatoria la advertencia lanzada por Trump, sobre su intención de abandonar el tratado de limitación de armas nucleares de alcance intermedio (INF según sus siglas en inglés). De manera que el asesor de Seguridad de la Casa Blanca, John Bolton , comenzó ayer sus conversaciones en Moscú bajo una enorme presión.
El objetivo de su viaje, que se había previsto mucho antes de que Trump diera el campanazo con su inusitado anuncio, incluye una amplia agenda, en la que figura como asunto central la preparación de un nuevo encuentro del presidente norteamericano con su homólogo ruso, Vladímir Putin . Sin embargo, los temas de desarme han pasado a un primer término.
El domingo, el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov , anunció su intención de pedir «explicaciones» a Bolton y ayer lo repitió el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Sin embargo, según fuentes cercanas al secretario de Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, el asesor de Seguridad de Trump no está en Moscú para negociar nada que tenga que ver con el INF. En todo caso, Bolton expondrá la postura de Washington al respecto. Al parecer, en la Casa Blanca estarían solamente dispuestos a negociar un tratado nuevo, siempre y cuando China también se una al acuerdo.
Bolton, que ya estuvo en Moscú a finales de junio para preparar la cumbre que mantuvieron Putin y Trump en Helsinki el 16 de julio, fue ayer recibido por el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov , quien le pidió aclarar la posición del presidente estadounidense en cuanto al tratado de desarme. Unas horas antes, el alto funcionario norteamericano mantuvo una reunión con Pátrushev, su homólogo ruso. Según un portavoz del Consejo de Seguridad ruso, el encuentro duró cinco horas «en una atmósfera constructiva».
Con Putin, en el Kremlin
A Bolton le recibirá hoy Putin en el Kremlin , lo que da idea de la importancia que el máximo dirigente ruso da a las conversaciones, que pueden verse muy enturbiadas por las últimas declaraciones de Trump.
Peskov afirmó ayer que «la intención de abandonar este documento -el tratado- por supuesto causa preocupación , ya que esta medida, una vez puesta en práctica, hará el mundo mucho más peligroso». El portavoz presidencial también advirtió que, si Trump finalmente da el paso de abandonar el INF, «Rusia se verá obligada a tomar medidas para garantizar su seguridad». En contra de las acusaciones lanzadas contra Rusia por EE.UU. y la OTAN, Peskov aseguró que «Rusia no está violando el tratado».
Noticias relacionadas