José M. de Areilza - MONNET & CO.
Trump amurallado
Muchos congresistas y senadores republicanos critican en privado el cierre del gobierno federal
Hasta las encuestas amigas de Fox indican que Trump está perdiendo claramente el pulso con los demócratas por el cierre del gobierno federal. La popularidad del presidente está por debajo del 40%. La gran mayoría de los votantes piensa que tener una administración con los funcionarios en su casa y sin sueldo es un problema mucho mayor que la seguridad de la frontera con México. Los agentes del FBI explican que ya no pueden pagar a sus informantes ni, por ejemplo, infiltrarse en las mafias que trafican con personas en Centroamérica. Los de aduanas confiesan a los viajeros que entran en el país que están hartos de prestar servicios mínimos sin cobrar. Cuarenta millones de ciudadanos americanos que comen a diario con ayudas alimentarias federales temen que febrero sea el último mes en el que este programa consiga financiación. Trump se ha metido en un agujero del que le resulta muy difícil salir, al fijar como objetivo único del órdago la financiación de un muro físico. Cualquier pacto alternativo significa dar marcha atrás y perder en un envite absurdo. Para Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes, este choque es el primer test de su nuevo liderazgo y lo encara con frialdad y cautela.
A quienes ha secuestrado también Trump con el cierre del Gobierno es a los republicanos. Muchos congresistas y senadores de este partido critican en privado la medida, por improvisada y desproporcionada, pero no se atreven al enfrentamiento público con la Casa Blanca. Conocen la capacidad del presidente de perjudicarles en campaña electoral. Algunas organizaciones conservadoras que trabajan en temas de inmigración y seguridad hacen toda la pedagogía posible con Trump. Argumentan que entre las diez medidas más eficaces para frenar la inmigración ilegal, ningún experto propone construir un muro. Se llevan las manos a la cabeza además con el intento del presidente de intercambiar permisos temporales para jóvenes sin papeles por la financiación de su valla. Creen además que una gestión poco inteligente del desafío migratorio puede dar muchas bazas a los demócratas en las presidenciales de 2020.
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