Trescientos años de alfarería, rotas por un accidente nuclear
Esta es la historia de Toshiharu Onoda. El último de una larga tradición de alfareros que tenía...
Esta es la historia de Toshiharu Onoda. El último de una larga tradición de alfareros que tenía su taller frente a la central de Fukushima. Recuerda a la perfección el día del terremoto hace ahora 10 años. "Al principio pensé que volvería al día siguiente para recoger los destrozos del terremoto" afirma Onoda. Su trabajo eran estas cerámicas tradicionales niponas. El color tan característico era el resultado de la arcilla del centro de Japón. Desde aquel 11 de marzo de 2011, no ha vuelto a conseguir el mismo resultado. Y eso que junto con otros científicos han realizado un centenar de experimentos en busca de la misma pigmentación. Ahora está listo para volver a abrir su taller en este local en la ciudad de Namie. Donde aunque todo sea distinto, su objetivo es mantener la misma tradición. "Me gustaría pasar mi oficio de más de 300 años a la siguiente generación. Ese es mi objetivo", señala Onoda dispuestos a seguir trabajando el barro con sus manos