Tres sondeos con victoria del Brexit golpean a la libra
Cameron, que está perdiendo fuelle, advierte que dejar la UE sería «una bomba para la economía»
El pasado 20 de mayo el referéndum parecía marchar viento en popa para los partidarios de continuar en la UE y la libra marcaba 1,32 euros. Este lunes, tras la publicación simultánea de tres sondeos que otorgan victoria al Brexit, la divisa británica registró su mayor caída en tres semanas y se quedó en 1,26 euros y 1,44 dólares.
Pero hay un indicativo todavía más grave de que los mercados comienzan a tomarse en serio la hipótesis de la salida, que parecía bastante extravagante hace solo tres semanas: las pólizas para asegurarse contra la caída de la libra marcaron ayer su precio más alto desde el comienzo de 2009, cuando la conmoción de la crisis sacudía a la economía británica.
Es cierto que los sondeos marraron de manera estrepitosa en las elecciones generales de hace un año, pero aun así los tres de ayer lograron constipar a la libra. YouGov , que suele hacer encuestas para «The Times», basada en 3.500 entrevistas, que dio 45% a Leave y 41% a Remain. También otorgó ventaja al Brexit el instituto TNS, con una encuesta vía internet de dos semanas: 43-41. ICM, con 2.000 entrevistas, dio la mayor ventaja a la salida, cinco puntos, 48-43.
La campaña se ha convertido en un duelo entre dos ideas-fuerza. Por el lado de Remain, el argumento es el miedo económico y el líder, David Cameron . Vote Leave tiene como mascarón de proa al pinturero Boris Johnson y hace una pura apelación nacionalista a que el Reino Unido debe dejar Europa para «retomar el control» y recuperar «su soberanía y la democracia».
El discurso de los riesgos
Cameron, que hace siete días confesó que él también es euroescéptico , ha renunciado a defender la pertenencia a la EU en positivo y se ha quedado con el discurso de los riesgos, que es frío y depresivo frente a la apelación sentimental de Johnson, de poco rigor argumental (una y otra vez lo pillan manejando cifras erróneas), pero muy efectista en una Inglaterra profunda anclada en morriñas imperiales.
Para intentar remontar, Cameron, que el pasado jueves estuvo flojo en su primera entrevista televisiva sobre el tema, lanzó ayer su advertencia más dramática de lo que va de campaña: «Salir de la UE será poner una bomba bajo nuestra economía. Y lo peor es que habríamos encendido la mecha nosotros mismos».
El primer ministro protagonizó un mitin en el Sur de Londres junto a los líderes de los liberales y los verdes y la diputada laborista Harriet Herman, que fue líder provisional antes de la llegada de Corbyn (quien se niega a compartir plataforma con el mandatario conservador). Cameron vaticinó un panorama apocalíptico si llega el Brexit dentro de quince días: recesión, quiebra de empresas, subida del paro, caída de la libra y «una década de incertidumbre» mientras el país busca nuevos tratados comerciales sustitutorios de perder el mercado de 500 millones de clientes de la UE. Los brexiters escamotean un dato que explica la realidad del comercio del país de una manera muy elocuente: en realidad el Reino Unido vende más a la pequeña Irlanda que al coloso chino.
En el mitin conjunto de los cuatro partidos analizaron las 23 hipótesis de tratados comerciales alternativos que ha presentado la campaña Leave y explicaron que con todos ellos la economía se ve golpeada.
Boris Johnson, que ayer visitó la ciudad de Shakespeare, Stratford-upon-Avon, reaccionó con una nueva apelación nacionalista: «Lo que ellos dicen es que sacrificar la democracia vale la pena por la ganancia económica. Lo que quiero deciros yo hoy aquí es que ese argumento es equivocado tanto moralmente como en lo práctico. De hecho, la democracia es el ingrediente vital del éxito económico ».
Habrá que ver si los ingleses escuchan más las palabras patrióticas o las razones del bolsillo. A diferencia de los sondeos, las casas de apuestas siguen creyendo en la permanencia, pero las posibilidades que se otorgan a la salida han subido en una semana desde el 27% al 30%.
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