Dinamarca
El traficante que confundió un coche de policía con un taxi
Acaba en el calabozo tras ser sorprendido con una gran cantidad de marihuana
Cuando un criminal está fichado por la policía no hay descanso para él. El ojo de las fuerzas del orden sigue sus pasos y en cualquier momento puede ser arrestado, de forma que lo más lógico es que sea cauto y trate de pasar desapercibido. Claro que no todos los maleantes son precisamente cuidadosos y alguno se lo pone muy fácil a los agentes. El perfecto ejemplo de atolondrado es un traficante de drogas danés, detenido hace unos días en Copenhague de manera verdaderamente insólita .
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La policía de la capital de Dinamarca ha explicado el caso a través de su cuenta oficial de Twitter , desatando las risas y el cachondeo de decenas de internautas. No es para menos, porque el traficante cometió un desliz propio de una comedia. Cargado con una importante cantidad de drogas lista para consumir, debía tener prisa por llegar a algún sitio. Vio un automóvil acercándose a él y le pidió que se detuviese; pero para su desgracia, no se trataba de un taxi como él creía... sino de un coche policial .
I går nat ville en hashhandler fra Christiania hurtigt hjem og han satte sig i en taxa. Overraskelsen var stor, da han opdagede, at det var en politibil han var steget ind i. Betjentene var glade for at se ham, da han havde ca. 1.000 joints på sig. Han slap med en bøde #politidk
— Københavns Politi (@KobenhavnPoliti) 21 de diciembre de 2017
«Anoche, un traficante de cannabis que quería llegar rápido a casa se sentó en un taxi. Recibió una gran sorpresa al darse cuenta de que realmente estaba en un coche de policía », detalla el post publicado por el cuerpo, «los agentes se alegraron de verle porque estaba transportando alrededor de 1.000 cigarrillos de marihuana». Al parecer, el despistado criminal trataba de salir del barrio de Christiania, enclave alternativo de Copenhague en el que la policía persigue principalmente el tráfico de drogas.
Este traficante, que posiblemente tenga que hacer frente a una importante multa y tal vez entre en prisión, se lo puso en bandeja a la policía. Sin embargo, la vigilancia en Christiania es cada vez más elevada . Desde que la 'ciudad libre' se estableciese a principios de los setenta al ocuparse un terreno militar abandonado, las autoridades danesas han mantenido históricamente una postura de tolerancia. Esta política ha cambiado en la última década, en la que se ha pasado a intentar poner fin a la venta de estupefacientes en la zona.
