La tierna historia de amistad entre un soldado y un niño iraquí
El veterano ha emocionado a miles de usuarios de Twitter compartiendo su entrañable experiencia
No son tiempos fáciles para los inmigrantes en Estados Unidos. El nuevo presidente, Donald Trump, acaba de firmar una orden que restringe la entrada de musulmanes en el país , congelando la acogida de refugiados durante cuatro meses y prohibiendo el acceso a su territorio de ciudadanos procedentes de Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia, Yemen e Irak. La medida ha despertado multitud de respuestas críticas , muchas de ellas expresadas a través de las redes sociales. Una de las más aplaudidas ha sido la de Dylan Park, un soldado estadounidense que ha querido compartir su experiencia personal en Twitter para mostrar su solidaridad con los refugiados.
En una serie de mensajes retuiteada por miles de usuarios, el veterano de guerra ha descrito cómo trabó amistad en Irak con Brahim, un chico de 16 años que trabajaba para el ejército americano como intérprete. Un salario y la promesa de recibir status de refugiado en Estados Unidos eran motivación más que suficiente para el joven, aun sabiendo que aceptar ese empleo ponía en serio peligro su vida . Numerosos miembros de su familia habían sido asesinados haciéndolo, tal como explicó a Dylan. El soldado confiesa que creía que sus superiores eran conscientes de que ningún intérprete sobreviviría lo bastante como para obtener al visado.
Pero Brahim era especial. Vivía en una sola habitación con otras seis personas, sin muchos más ingresos que su pequeño sueldo. En cierta ocasión, Dylan gastó 20 dólares en comprarle útiles de aseo («no fue gran cosa», apunta, «sólo quería que no oliese mal»). No esperaba la reacción del chaval a su regalo: empapado en lágrimas, le prometió que daría su vida por él . La ayuda y los consejos de Brahim «nos salvaron la vida a diario durante un año», cuenta el soldado. Por eso sintió angustia cuando le tocó regresar a casa. «Sabía que él moriría allí», explica.
Cinco años después, en su hogar en Hawái, Dylan recibió una desgarradora noticia. Su hermano pequeño había sido asesinado mientras intentaban robarle el coche. «Lloré todo el vuelo, desde Hawái hasta Arizona. Seis años luchando guerras, pero no esperas que te llamen para decirte que tu hermano ha sido asesinado aleatoriamente durante un robo», recuerda el soldado. Al llegar a Phoenix, la ciudad donde tendría lugar el funeral, tomó un taxi para dirigirse a su destino. El taxista propuso conversación y mostró interés en su pasado en el ejército, sobre todo al escuchar que había servido en Irak. Él mismo era iraquí .
De hecho, Dylan había servido en Kirkuk, la ciudad de la que era originario el taxista. Ambos guardaron silencio durante unos segundos. « Lo primero que pensé es que había matado a algún miembro de su familia y me había reconocido », relata el veterano. Y en efecto, le había reconocido... pero por razones muy distintas a las que temía. El taxista era Brahim. Detuvo el coche y se fundieron en un abrazo bajo una copiosa lluvia. El chico lo había logrado: había sobrevivido hasta finalizar su servicio, consiguiendo así el visado prometido.
«Cinco años después de dejarle en Irak, pocos días después de que mi hermano pequeño fuese violentamente asesinado, el universo nos unió de nuevo. Brahim me ha salvado literalmente la vida, dos veces . Perdí un hermano y he recuperado otro», concluye el soldado.
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