Theresa May llama a los «tories» a la disciplina para que acaten su propuesta de Brexit blando
Según «The Times», amenazó con destituir a Boris Johnson si no respetaba el acuerdo al que llegó el Gobierno
Theresa May cosechó un importante logro al cerrar un acuerdo con ministros de posiciones contrapuestas sobre el Brexit , tras su encierro de doce horas en Chequers. Sin embargo, la lucha de la primera ministra británica para doblegar a los « brexiters » más duros no ha concluido, ni mucho menos. Este sábado se conocieron ya las primeras reacciones desde este sector de los parlamentarios «tories», que temen que el plan acordado por el gabinete de May suponga en la práctica que Reino Unido permanezca sometido al yugo de las reglas de la UE, pese a que oficialmente abandone el club europeo, y que no pueda negocar nuevos acuerdos comerciales con otros países.
Aunque los detalles de la propuesta no se conocerán hasta la semana entrante, lo que ha desatado las alarmas entre los partidarios de una salida radical de la UE es la propuesta de crear «un área de libre comercio Reino Unido-UE que establecerá una normativa común para bienes industriales y productos agrícolas».
Jacob Rees-Mogg , presidente de una facción proBrexit de los parlamentarios conservadores llamada Grupo de Investigación Europea (ERG, por sus siglas en inglés), avanzó ayer que si la propuesta supone que Reino Unido se mantiene en la UE en «todo menos en el nombre», votará en contra. En declaraciones a BBC Radio 4, Rees-Mogg señaló que esperará a comprobar si las líneas rojas «se han vuelto rosas», pero de momento aventuró que un reglamento común que se aplique a todos los bienes que entren en el país podría «hacer casi imposibles los acuerdos comerciales». Incluso apuntó que «es posible que este acuerdo sea peor que un no acuerdo del Brexit».
La advertencia de la primera ministra
May se ha dirigido por escrito a los diputados conservadores para advertirles de que «se ha restaurado la responsabilidad colectiva» en el Gobierno, una llamada a la disciplina para que se atengan a lo decidido en Chequers. Según el periódico « The Times », la «premier» prometió destituir a su ministro de Exteriores y principal abanderado del sector duro, Boris Johnson , si no respetaba el acuerdo.
Anoche Johnson aún no se había pronunciado. En cambio, otro de los defensores a ultranza del Brexit, el titular de Transporte, Chris Grayling , salió a respaldar el acuerdo, que a su juicio propone tan solo que Reino Unido siga vendiendo a Europa «los mismos productos» que hasta ahora.
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