Atentado Estambul

Testimonios del ataque: «Todo el mundo huyó para protegerse de los disparos. Lo importante es que estamos bien»

Muchos se quedaron sin volar debido al atentado pero respiran aliviados al no haber sido heridos

Un hombre observa un cristal roto hoy en el aeropuerto de Estambul REUTERS (Imágenes del vídeo: F. J. Calero / A. Alamillos)
F.J. Calero

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Horas después del atentado, el aeropuerto Atatürk de Estambul , entre el caos y la atención de medios de todo el mundo, recibía a los pasajeros supervivientes del ataque terrorista que seguían varados en la capital turca. Los viajeros, testigos de los disparos y explosiones, salieron la madrugada del miércoles del aeródromo en autobuses para ir a los hoteles de la capital hasta que se normalizara la situación . Muchos de ellos tuvieron que adelantar el pago de su estancia y al mediodía de ayer esperaban en las colas multitudinarias para informarse de cómo salir de allí y poder recibir al menos parte del gasto emprendido. Pero pese al eco de los tiros, los casquillos, los cristales rotos, y las abortadas vacaciones, «lo importante es que estamos bien» .

Yahya, estudiante mauritano testigo del atentado

La taquilla de Turkish Airlines, cuyos trabajadores tienen prohibido cualquier comentario a medios, recibe una veintena de pasajeros que esperan su turno con el móvil y con el atentado como tema recurrente de conversación. Los últimos de la fila son un grupo de estudiantes mauritanos en Malasia, testigos de los disparos mientras esperaban el vuelo a su país, previsto para la madrugada del martes al miércoles. Lograron escapar y salir de la terminal. «Recuerdo cómo todo el mundo huyó corriendo a protegerse tras oírse los primeros disparos. Fuimos al fondo de la terminal» , dice uno de los jóvenes, el único que quiso hablar de lo ocurrido. «Nos han trastocado todas las vacaciones, porque el siguiente vuelo lo tendríamos en tres días, pero al menos estamos bien», suspira. Esperan a que el personal de la aerolínea les aclare su situación y poder recuperar, sin mucha fe, el dinero gastado en el autobús y en el hotel durante la fatídica noche.

Empleada de una oficina de información del aeropuerto

«Creo que deberían haberlo cerrado hoy, no entiendo por qué continúa abierto. La gente me viene a preguntar todo el tiempo "¿estamos seguros aquí? ¿Va a haber más atentados?" Yo les digo que creo que no hay nada que temer, que no es probable que se produzcan más ataques en los próximos días. Pero estamos cabreados con la seguridad, ¿cómo puede ser que el aeropuerto más grande de Europa haya sufrido algo así?», dice enfadada la empleada, que no ha querido revelar su nombre, que desde su puesto de información reconoce tener miedo. «Deberían reforzar las medidas de seguridad. Parece que ha sido Daesh y ha vuelto a atacar. Les tengo miedo y temo que vuelvan a atentar ».

Basak, estudiante turca de Sociología

Esta joven de 24 años iba en metro al aeropuerto para coger su vuelo a París pasado el mediodía. « Por desgracia, estamos ya acostumbrados a los atentados . No tengo miedo por el vuelo, el ataque ya fue y lo que tenga que pasar pasará. De hecho, mi familia no estaba muy preocupada, incluso, ante mis dudas, mi primo me ha dicho "vamos, que tienes tu vuelo". Debemos seguir con nuestras vidas. Esto podría haber pasado en cualquier ciudad», afirma Basak, repitiendo las palabras del presidente Erdogan en su reacción tras el atentado. « Sólo desde hace un tiempo trato de evitar ciertas zonas. No voy a Taksim, como tampoco iría al cine en París ». En la misma línea se manifiesta un joven trabajador de una compañía de alquiler de coches del aeropuerto: «Bien no estamos porque acabamos de sufrir otro atentado. Ya lo vamos normalizando porque desde hace un par de años estamos viviendo esto ».

Fortino, mexicano que está dando la vuelta al mundo

Este joven mexicano está dando la vuelta al mundo. Viene de Bahrein y de India. Pasará tres días en el sofá de un local con quien ha contactado en la web Couchsurfing, antes de partir a Atenas. «Pasé la noche en el aeropuerto de Bahrein sin enterarme hasta que me preguntaron mis padres asustados que dónde andaba». Ninguno de los pasajeros de su vuelo de Gulf Air ha preferido quedarse en casa tras las noticias del atentado. « No estaba asustado, no hice mucho caso cuando me enteré, pero ahora verlo en persona (los destrozos en el aeropuerto) impresiona », cuenta el joven.

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