El terrorista de Mánchester consultó en YouTube cómo fabricar bombas

La policía sospecha que la información que circula por internet le ayudó a cometer el atentado

Imagen del Manchester Arena, instantes después del atetado EFE

Salman Abedi , de 22 años, el terrorista suicida británico de ancestros libios que mató a 22 personas en un concierto en Mánchester el pasado 22 de mayo, pudo haber fabricado la bomba él mismo consultando vídeos tutoriales y manuales que circulan impunemente en internet. La revelación vuelve a poner de manifiesto la inaudita falta de control de los gigantes informáticos estadounidenses ante los contenidos pro terroristas que circulan por sus plataformas, un escándalo denunciado por el propio Parlamento británico hace dos meses en un documento suscrito por todos los partidos. Tras el atentado del Puente de Londres y el Borough Market del pasado día 3, Theresa May anunció su intención de promover un acuerdo internacional para acabar con la barra libre para el yihadismo en internet.

La bomba que empleó Salman Abedi a la salida del concierto de Ariana Grande, hecha de clavos y con triperóxido de acetona como explosivo, era relativamente sofisticada, lo que llevó a la policía a pensar en un primer momento que había contado con la ayuda de un terrorista experto en la fabricación de artefactos, o con el apoyo de una célula. Sin embargo, según ha revelado una investigación de «The Times», los investigadores se inclinan ahora por pensar que él mismo construyó su bomba, «haciendo una gran cantidad de búsquedas en internet». Entre otras fuentes, habría recurrido a vídeos de YouTube , plataforma propiedad de Google, la segunda mayor compañía del mundo.

Dos días después del brutal atentado de Mánchester, donde muchas de las víctimas fueron niños y chicas muy jóvenes, los medios británicos probaron que se podían encontrar sin problemas en Facebook y YouTube informaciones tutoriales para fabricar paso a paso una bomba casera. Uno de los vídeos se titulaba « Ideas yihadistas para jóvenes leones », y es obra de Ib Taymiyyah, un grupo de Gaza que apoya al Daesh.

Vídeos sobre cómo hacer bombas

El pasado viernes, «The Times» volvió a constatar que este tipo de contenidos que facilitan la comisión de atentados terroristas continuaban siendo accesibles en YouTube, que solo los retiró al recibir la llamada del periódico. La compañía recuerda que su norma es dar de baja esos contenidos, aunque en la práctica lo cierto es que no siempre lo hace: «No permitimos vídeos sobre cómo hacer bombas y siempre los retiramos. Empleamos a miles de personas para evitar esos contenidos en nuestra plataforma y trabajamos con los gobiernos, la ley y grupos civiles contra el extremismo violento en internet».

Abedi montó la bomba en dos fases. Primero en un piso alquilado en una torre de protección social. A continuación viajó a Libia, donde residían sus padres, y de vuelta a Mánchester arrendó un apartamento cerca del Mánchester Arena , a 20 minutos caminando, y allí completó la preparación del artefacto. La policía tampoco descarta que en su estancia en Libia recibiese algún tipo de entrenamiento terrorista, porque se trata de día de hoy de un país fallido, con zonas fuera de control.

El triperóxido de acetona que empleó (TATP en sus siglas en inglés) es un componente relativamente común y muy habitual en los atentados yihadistas. Fue utilizado en los ataques de 2005 en el metro y un autobús del Londres y en los atentados de los últimos dos años en París y Bruselas, incluido en el intento fallido de esta semana de la estación central de la capital belga.

Khuram Butt

La policía también investiga la consulta de material radical online por parte de Khuram Butt , el líder de los terroristas del Borough Market, un radical conocido por la policía y el MI5 tras las denuncias de sus vecinos, pero que no acertaron a controlar. Butt incluso llegó a aparecer en un documental del Channel 4 de la televisión británica enarbolando una bandera negra pro Daesh en un parque del centro de Londres.

El pasado abril, un duro informe de todos los partidos del Parlamento británico alertó de la pasividad de Google, Twitter y Facebook ante la publicación de contenidos de odio, violencia, apología del terrorismo y abusos a menores que circulan impunemente por sus plataformas. «Han hecho poco menos que nada», reprochaban los diputados. Hace unas semanas, el diario «The Guardian» tuvo acceso a una filtración de las normas internas de Facebook, que destapó que sus moderadores están desbordados por el aluvión de contenidos y son instruidos para dejar pasar mensajes con muertes violentas, autolesiones, escenas de abortos y maltrato no sexual a menores.

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