Los talibanes toman su novena capital afgana y cercan Mazar-e-Sharif sin apenas resistencia del Ejército

El presidente Ghani destituye al jefe de las Fuerzas Armadas y viaja al gran bastión del norte ante el avance insurgente

Qué está pasando en Afganistán

El presidente afgano, Ashraf Ghani, llega a Mazar-e-Sharif para comprobar la situación sobre el terreno Reuters

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El Ejército afgano se desmorona ante el avance talibán y los insurgentes se han hecho con el control tres nuevas capitales de provincia en las últimas horas. La bandera blanca del Emirato ondea ahora también en Faizabad , en el noroeste; Farah , al suroeste del país, y Pul-e-Khumri , en el norte, y la ofensiva apunta a Mazar-e-Sharif , uno de los pulmones comerciales de Afganistán, situada en el norte y en estos momentos rodeada por la insurgencia.

Países como India han ordenado el cierre de su Consulado en la ciudad y han evacuado a sus ciudadanos ante la inminencia del asalto. Mientras Estados Unidos acelera su retirada, que espera completar el día 31, y en Doha se suceden los contactos estériles para lograr un alto el fuego, los talibanes han conquistado nueve capitales de provincia en menos de una semana y sin apenas combatir. No se observa gran resistencia por parte de unas desmoralizadas fuerzas afganas y las redes se han llenado de vídeos en los que los soldados se rinden y entregan armas y blindados a la insurgencia sin ofrecer resistencia.

En medio de estos avances de los rigoristas islámicos, el presidente afgano, Ashraf Ghani , llegó este miércoles a Mazar-e-Sharif, la gran ciudad del norte del país, que está en el punto de mira de los talibanes, para intentar coordinar una respuesta que frene las victorias de los insurgentes.

Mazar-e-Sharif nunca llegó a caer en poder de los talibanes cuando dominaron el país en los años noventa y su pérdida sería un importante golpe para el gobierno.

Ante las sucesivas derrotas militares, Ghani ha destituido al actual jefe de las Fuerzas Armadas, Wali Ahmadzai . Ha sido reemplazado por Hibatulá Alizai , comandante de las fuerzas especiales, según fuentes oficiales citadas por medios locales por Tolo News y Pajhwok. Al mando del Cuerpo de Operaciones Especiales estará otro general, Sami Sadat , según recoge Ep.

Con sus grandes bastiones asegurados a lo largo de la frontera con Pakistán, los insurgentes han centrado la primera parte de su ofensiva en la zona norte y los éxitos conseguidos les permiten ahora reforzar operaciones en el centro y sur, con Kabul siempre en el punto de mira como objetivo final. La reciente victoria en Pul-e-Khumri, capital de Baghlan, les permiten acercar los combates a solo 150 kilómetros de Kabul y gracias a las anteriores conquistas de Kunduz y Takhar tienen bajo su control la estratégica carretera que une la capital con Badakhshan. Fuentes de la Unión Europea (UE) consultadas por la agencia Reuters aseguran que el 65% del territorio ya está en manos del Emirato y elevaron a 400.000 el número de desplazados internos causados por los combates.

Impotencia afgana

«Todos sabíamos que esto podía pasar, pero no esperábamos que el colapso del Ejército sería tan rápido», es el comentario de un diplomático europeo con dilatada experiencia en el avispero afgano. El ministerio de Defensa de Kabul emite comunicados para informar de la muerte de cientos de talibanes en los combates de cada día, pero sobre el terreno lo que se observa es la huida en estampida de los uniformados y el regreso de los islamistas a las calles.

Entre las victorias de los últimos días hay algunas de enorme peso estratégico como Kunduz y hay otras menos estratégicas, pero muy simbólicas como la de Faizabad, pequeña ciudad del Pamir de apenas 30.000 habitantes que los talibanes nunca llegaron a controlar cuando instauraron su Emirato antes de 2001.

El secretario de Defensa, Lloyd Austin , reconoció que los combates «claramente no van en la dirección correcta», pero recordó que Afganistán «tiene una fuerza de más de 300.000 soldados y policías, una fuerza aérea, un armamento moderno y una estructura organizativa». Unas cifras que no se notan en unos frentes de batalla en los que apenas se observa resistencia en la última semana.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación