ELECCIONES EN IRLANDA
El Sinn Fein podrían colarse en el Gobierno y acabar con el bipartidismo en la República de Irlanda
El recuento de votos comenzará mañana por la mañana, y a media tarde del domingo se conocerán algunos resultados
![UN hombre acude a votar, llevando a su perro, a un colegio electoral en Dublín](https://s1.abcstatics.com/media/internacional/2020/02/08/elecciones-irlanda-kYqC--1248x698@abc.jpg)
Siete de la mañana, hora de abrir las mesas de votación en la República de Irlanda. Hace frío, pero lo peor de la tormenta Ciara, que tiene al país en alerta, llega por la tarde. El tiempo está revuelto, al igual que los ánimos de los irlandeses, que hoy votaron en elecciones legislativas anticipadas solo una semana después del Brexit, sin importar la lluvia y el viento. Aunque en algunas zonas con pocos habitantes los votantes llegaban a cuentagotas, en las ciudades más grandes, como Dublín, hubo cola en las mesas de votación. Alrededor de tres millones y medio de personas estaban llamadas a las urnas en 6.500 centros de votación en 39 distritos electorales, y los 160 escaños de diputados a la Cámara Baja, que se reunirá por primera vez el jueves 20 de febrero, se los disputan 516 candidatos. Aunque se temía que la tormenta, un importante partido de rugby y el hecho de que por primera vez el día electoral fuera sábado afectaran la participación, a medio día ya había superado el 34% en algunas zonas.
La jornada ha transcurrido sin sobresaltos. El conteo empezará mañana a las nueve de la mañana, pero las encuestas ya han vaticinado un panorama complicado, con una brecha muy pequeña entre los tres principales partidos: el último sondeo le dio al Sinn Fein, que pese a lo que muchos creen no está presente solo en Irlanda del Norte sino también en la República y está liderado por Mary Lou McDonald, el 25% de los votos; al centrista Fianna Fáil de Micheal Martinun un 23%, y al Fine Gael del actual primer ministro democristiano Leo Varadkar, un 20%. A media tarde se espera que se conozcan los primeros resultados de lo que los expertos han calificado como la votación «más impredecible de la historia». Y es que en la República de Irlanda tradicionalmente el poder se ha repartido entre el Fianna Fáil y el Fine Gael , que lo han ejercido de manera conjunta o por separado, pero desde el inicio de la campaña electoral muchos votantes señalaron la necesidad de un cambio que ponga punto final a los problemas que asolan al país, como la gran crisis de la sanidad, y cuya fuerte economía no se traduce necesariamente en beneficios para la población.
Un cambio que podría venir de la mano de los izquierdistas del Sinn Fein, partido que fuera el brazo político del IRA (Ejército Republicano Irlandés) y que gana cada vez más poder, sobre todo entre los votantes más jóvenes. Ronan, un camarero de 48 años le cuenta al ABC que su hija de 22 años debe viajar todos los días a la universidad desde Dundalk, donde viven, porque no pueden pagar ningún alojamiento en Dublín, ni siquiera una habitación en un piso compartido. Su caso no es único: los precios de la vivienda son prohibitivos, lo que supone uno de los problemas más graves del país actualmente y la izquierda ha prometido solucionarlo.
El efecto Brexit
También el Brexit es una de las causas que probablemente han hecho que crezca el apoyo al partido de izquierdas, que quiere celebrar un referéndum de reunificación de la isla dentro de cinco años. Vale la pena recordar que el caso de Irlanda con respecto al divorcio entre británicos y comunitarios es semejante al de Escocia: ambos países votaron por la permanencia en la Unión Europea , así que se han visto obligados a dejar el club sin haberlo elegido. En concreto, el 56% de los norirlandeses votó por el «remain» (permanecer) y una consulta de unificación podría darles, entre otras cosas, la oportunidad de regresar. La propuesta del Sinn Fein es atractiva, pero su pasado relacionado con la violencia no le gusta ni siquiera a muchos que quieren que la isla sea un solo país. El acuerdo del Viernes Santo de 1998, que selló la paz tras un sangriento conflicto en el que murieron más de 3500 personas por el enfrentamiento entre protestantes y católicos en Irlanda del Norte, prevé que Londres permita la celebración de dicha consulta, cuyo resultado sería vinculante para ambas partes.
En todo caso, el complejo sistema electoral irlandés de voto transferible de representación proporcional y la poca cantidad de candidatos que ha presentado la formación hace que sea prácticamente imposible que Mary Lou McDonald se convierta en primera ministra o lo que es lo mismo, que el Sinn Fein tenga mayoría absoluta, como quizá no la obtenga tampoco ninguno de los otros dos partidos. Esto no quita que el Sinn Fein pueda colarse en el gobierno y acabar con el bipartidismo. Pese a las repetidas promesas del Fianna Fáil y el Fine Gael de que no gobernarán con los izquierdistas, tanto por su oscuro pasado como por las grandes diferencias de sus propuestas económicas y sociales, los expertos aseguran que si las encuestas finalmente aciertan, será necesario que alguien ceda o la otra opción sería gobernar con una coalición de partidos minoritarios.
Desde que Varadkar llegó al poder en el 2016, los democristianos gobiernan en minoría con un grupo de diputados independientes, gracias al compromiso del Fianna Fail de abstenerse en votaciones importantes. Su líder, Micheal Martinun , ha dicho en campaña que en caso de ganar las elecciones con minoría espera que el Fine Gael haga lo mismo. Lo que está claro es que el liderazgo de Varadkar, cuyo papel en el Brexit ha sido destacado, está en horas bajas y él es consciente de ello. Porque aunque la cita con las urnas estaba inicialmente prevista para mayo, la relación en el Gobierno se ha complicado en los últimos meses, lo que precipitó la decisión de Varadkar de adelantar los comicios. «Siempre he dicho que las elecciones deberían celebrarse en el mejor momento para el país. Ahora es ese momento», aseguró.
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