Sindicatos y estudiantes, contra la reforma laboral en Francia
El primer ministro Manuel Valls fue un blanco privilegiado para los manifestantes, que enarbolaron pancartas en su contra de todo tipo
Mientras el tráfico ferroviario y los transportes públicos sufrían trastornos importantes, cientos de miles de manifestantes, sindicalistas y estudiantes exigieron este miércoles, en París y varias capitales de provincia, la retirada incondicional de la reforma laboral del Gobierno de François Hollande, cuyo primer ministro, Manuel Valls, está en el punto de mira de la contestación callejera. Según fuentes sindicales, en París se manifestaron más de 100.000 personas en dos marchas paralelas . En una docena de ciudades de provincias, sindicalistas y estudiantes habrían conseguido movilizar a más de 400.000 personas, pidiendo al unísono la retirada de la reforma.
Mientras los portavoces gubernamentales guardaban un silencio sepulcral ante el llamativo éxito de la primera jornada de lucha contra la reforma laboral, sindicatos y estudiantes anunciaban anoche la prolongación indefinida de la lucha «hasta la retirada de un proyecto de ley retrógrado».
La UNEF (Unión de Estudiantes de Francia), el primer sindicato estudiantil, anuncia una nueva jornada de lucha para el próximo día 17 de este mismo mes de marzo. La CGT, la CFDT, FO y SUD, la plana mayor del sindicalismo francés, calificaron la jornada de lucha de este miércoles como «un prólogo muy estimulante» . «Si el primer día conseguimos movilizar a medio millón de manifestantes, el sábado podremos movilizar a un millón o más», comentaban todas las fuerzas sindicales.
Manuel Valls y su ministra del Trabajo, Myriam el Khomri, llevan varios días intentando explicar y negociar algunos puntos del empantanado proyecto de reforma laboral. En vano. En la manifestación de París, el primer ministro fue un blanco privilegiado para los manifestantes , que enarbolaban pancartas de este tipo: «Valls, el general Franco estaría orgulloso de ti», «Valls, igual a VaSS…» con un juego gráfico: la doble SS estaba escrita con caligrafía gótico-nazi.
Retrasos
Las manifestaciones coincidieron ayer con una jornada negra para los ferrocarriles y el transporte público. Según las cifras oficiales, la huelga de los ferrocarriles «solo» afectó a un 30 o un 35% de los trenes . Sin embargo, todo el tráfico ferroviario sufrió un rosario de interminables retrasos. En París, a primera hora de la mañana de ayer hubo más de 300 kilómetros de atascos como consecuencia de la huelga de transportes públicos. A lo largo del día, la circulación de metros y autobuses se fue normalizando de manera aleatoria, según líneas y trayectos.
Atrincherado en el palacio del Elíseo, el presidente Hollande ha hecho saber a través de sus portavoces oficiosos que la salida de la crisis pasa por una cierta «flexibilidad», que los mejores exégetas de la palabra presidencial interpretan como un «gesto» hacia sindicatos y estudiantes , que piden, sin contemplaciones, la retirada pura y simple del proyecto de reforma laboral. «¿Será la izquierda sindical y estudiantil capaz de dinamitar la última reforma de Hollande?», se pregunta RTL. Valls y su ministra de Trabajo han defendido la «integridad» de su reforma.