Refugiados
Siete niños mueren en un nuevo naufragio en el Egeo
Otras seis personas fallecieron al hundirse la embarcación en la que intentaban llegar a Grecia
Un nuevo naufragio en la madrugada del miércoles se ha saldado con la muerte de trece personas, siete de ellas niños, que viajaban desde las costas turcas hacia las griegas en una pequeña embarcación con cabina. Los guardacostas griegos descubrieron que la embarcación se estaba hundiendo cerca de la pequeña isla de Farmaconisi y consiguieron rescatar con vida a quince personas, que fueron inmediatamente trasladadas al Hospital estatal de la isla de Leros y se encuentran bien de salud. En la operación de rescate participaron también un helicóptero de la Aviación griega y tres embarcaciones privadas.
Siguen llegando a diario a las costas griegas todo tipo de embarcaciones repletas de inmigrantes de diversos países de Asia y Africa, siendo hasta ahora la mayoría familias sirias y afganas. Según datos de la Agencia de la ONU para los refugiados, hasta mediados de diciembre más de 800.000 personas entraron en la Unión Europea a través de Grecia , frente a 150.200 desde Italia y 3.592 desde España.
En las islas griegas más cercanas de la costa continua habiendo poca ayuda estatal y mucha de ONGs y millares de voluntarios griegos y extranjeros. Tras ser identificados por las autoridades, que conceden prioridad absoluta a los recién llegados de nacionalidad siria, todos los inmigrantes viajan en barco hasta el puerto del Pireo desde donde intentan llegar lo antes posible a la frontera con Macedonia para seguir su peligroso viaje a otros países europeos. Quienes no pueden hacerlo son «devueltos» por las autoridades a la capital griega donde se les acoge en solo dos centros, antiguas instalaciones olímpicas en las afueras de Atenas, con pocos medios para atenderlos. El resto sobrevive con ayudas de ONGs y muchos eligen acampar en plazas y parques del centro de la capital, especialmente en la de Victoria, cercana al Museo Arqueológico de Atenas. Ello provoca la indignación y preocupación de los residentes y de las autoridades locales, comenzando por el Alcalde de Atenas, que intentan ayudar a esta población itinerante.
Almacén de refugiados
Los medios griegos recogen las declaraciones de traficantes instalados en las costas turcas que afirman que si el Gobierno turco lo quisiera, no podría pasar nadie a Grecia de esta manera. El gran temor heleno, reflejado por el primer ministro Alexis Tsipras , es que el país se convierta en un «almacén» de refugiados e inmigrantes que ningún otro país quiere acoger en un momento en el que un tercio de la población griega sobrevive con dificultad.
Mientras tanto el Director ejecutivo de FRONTEX Fabrice Leggeri afirma que deberán vigilarse las fronteras exteriores para que pueda seguirse aplicando el tratado de Schengen y anuncia la operación de intervención rápida Poseidón en el Egeo donde se apoyará a Grecia con embarcaciones adicionales y personal para patrullar.
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