El Servicio de Inmigración de EE.UU. detiene a 680 trabajadores en Mississippi
Se trata de la mayor redada en una década en Estados Unidos
Algunos de los detenidos serán puestos en libertad por «razones humanitarias»
Las redadas masivas de indocumentados anunciadas por Donald Trump hace un mes se han materializado finalmente en Mississippi. En ese estado del sur de Estados Unidos la agencia migratoria federal detuvo el miércoles a 680 personas, a decenas de las cuales puso el jueves en libertad tras interrogarlas. Según dijo el gobierno se trata de la mayor operación policial de estas características de la historia, centrada en siete empresas cárnicas donde se procesa pollo, un trabajo incómodo y mal pagado que sobre todo hacen inmigrantes.
Agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas se personaron en plantas de procesamiento de carne de pollo de las compañías Koch, Peco, PH, MP y Pearl River en siete localidades de Misisipí. A quienes no tenían la documentación en regla los desplazaron esposados a un hangar militar en el aeropuerto de Jackson en autobuses separados para hombres y mujeres. «Muchos indocumentados suplantan la identidad de ciudadanos estadounidenses, algo que es delito», dijo la Agencia en un comunicado posterior.
La inmensa mayoría de los detenidos eran hispanos , según dijeron a los medios locales sus compañeros de trabajo. Mientras estos trabajadores eran arrestados, el presidente se dirigía a Tejas a reunirse con los supervivientes de una masacre cuyas víctimas fueron sobre todo de origen mexicano. «En un día de duelo, el presidente permite que estas familias queden rotas», denunció Angelica Salas, directora de la organización no gubernamental Coalición para los Derechos Humanos de los Inmigrantes.
En julio, Trump sembró el pánico entre los millones de inmigrantes indocumentados que viven en EE.UU. al anunciar unas redadas masivas en grandes ciudades que no se materializaron como tales. Muchos esperaban ser detenidos en sus casas , por lo que tomaron refugio en templos religiosos y oficinas de organizaciones humanitarias. Finalmente, la primera ronda de detenciones multitudinarias ha tenido lugar en fábricas que emplean a estos ‹sin papeles› porque no son capaces de encontrar mano de obra barata de otro modo.
Este tipo de redadas no es ninguna novedad en EE.UU. Durante los dos mandatos de George Bush hijo eran muy comunes y en 2008 este permitió la detención de 400 personas en un solo día en varias fábricas de Iowa. Durante la presidencia de Barack Obama la práctica de las detenciones masivas de indocumentados quedó en una moratoria no declarada, con la que ahora ha acabado formalmente Trump. En EE.UU. hay prácticamente pleno empleo y muchos empleos de escasa calificación y bajo salario los ocupan ilegalmente extranjeros sin visado de trabajo.
En teoría, las empresas tienen la obligación de comprobar que aquellas personas a las que emplean tienen su documentación en regla y si no lo hacen se arriesgan a cuantiosas multas . Aun así, como el gobierno dijo en el comunicado emitido tras las detenciones, muchos «sin papeles» sortean ese contratiempo con visados y tarjetas de la seguridad social falsificados o surtidos a ciudadanos norteamericanos. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas no ha revelado si multará a las empresas cárnicas registradas en Misisipí el miércoles.
El fiscal Mike Hurst, al frente de la operación, dijo ayer en una rueda de prensa que «los empleadores que utilicen a indocumentados en su propio beneficio se enfrentan al castigo que dicte la ley, y vamos a asegurarnos de que rindan cuentas también ». Tanto Hurst como el ministerio de Justicia confirmaron ayer que en próximos días habrá más operaciones de este tipo, autorizadas por la Casa Blanca como parte de su política migratoria.
Amigos y familiares de los detenidos compartieron el miércoles fotos en redes sociales en las que se veía cómo los agentes se los llevaban con las manos atadas a la espalda hasta los autobuses. Varios de ellos han dejado solos a hijos menores de edad, que han quedado a recaudo de parientes y conocidos, según denunciaron esas mismas. La contratación de indocumentados es muy común en grandes empresas norteamericanas y hasta los campos de golf y hoteles del presidente han participado en el pasado esa vulneración de la ley.
Noticias relacionadas