La separación de niños en la frontera divide a los propios republicanos de Trump
El presidente justifica su aplicación de la «tolerancia cero» hacia los ilegales que cruzan desde México con hijos pequeños
La polémica abierta en Estados Unidos por la separación de niños -incluso bebés - de sus padres por cruzar ilegalmente la frontera sur del país, no para de crecer y el presidente Donald Trump pierde cada vez más apoyos. De hecho, la tensión es tan grande que el presidente sufrió el martes el abucheo de senadores demócratas mientras acudía al Capitolio, lo que refleja la indignación que vive el país ante las publicaciones que han sacudido conciencias. Y es que es complicado justificar las desgarradoras imágenes de niños muy pequeños llorando desconsolados, solos y encerrados, llamando a sus padres sin entender qué sucede.
Una gran parte de la opinión pública del país se ha posicionado en contra de estas separaciones familiares y se han lanzado a las calles para protestar contra la política de 'tolerancia cero' de la Casa Blanca. En cientos de ciudades, repartidas por numerosos Estados norteamericanos, se han multiplicado las manifestaciones para reclamar al presidente que no separe a los menores de sus padres.
Además, el gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo , se plantea demandar en un plazo de dos semanas a la Administración del magnate por esta política migratoria porque, a su juicio, "viola los derechos recogidos en la Constitución de los miles de inmigrantes menores de edad y sus padres".
Funcionarios de la Administración Trump admiten en privado a los medios estadounidenses que no tienen un plan claro de cómo reunir a los más de 2.300 niños separados de sus familias en la frontera. Los republicanos del Congreso de Estados Unidos quieren calmar la crisis abierta por el presidente Trump. Varios miembros de la formación conservadora también han criticado la separación de las familias y han instado al mandatario a revertir la medida.
Sin embargo, el presidente ha devuelto la pelota al tejado de los legisladores y ha pedido al Congreso que apruebe una ley cuanto antes. Ha culpado además a los demócratas de la situación dado que "sus leyes son las que se están aplicando". "Cuando tomas medidas contra los padres por llegar de forma ilegal, lo cual debe ser hecho, tienes que retirar a los niños", ha aseverado el dirigente estadounidense. "Si no lo hacemos no sucede nada porque vengan de forma ilegal y eso no está bien", ha añadido para justificar una política calificada de "inadmisible" por Naciones Unidas y de "cruel" por su propia esposa, Melania , quien se ha pronunciado públicamente en contra de las separaciones de familias.
Aunque Trump traslade el problema al Congreso para que aprueben una ley que regule la inmigración, la solución no es tan sencilla. Además, mientras eso sucede cientos de niños más serán puestos bajo la tutela del estado mientras sus padres son retenidos para ser enjuiciados y deportados. En este sentido, desde el Servicio de Inmigración aseguran que la política migratoria de "tolerancia cero" de la Administración del presidente, Donald Trump, "es la ley" y que debe cumplirse.
"Si queréis culpar a alguien de la separación de las familias, culpad a los padres que eligen quebrantar la ley", ha insistido Thomas Homan, director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.No obstante, el aumento de detenciones ha provocado el colapso en los juzgados penales de Texas y California. Los tribunales cercanos a la frontera con mucho tráfico en el sur de Arizona siempre han lidiado en los casos de inmigración, contrabando y narcóticos, como parte integrante de la justicia fronteriza. Pero la nueva política de "cero tolerancia" del presidente Trump, que exige el enjuiciamiento penal de todos aquellos atrapados ilegalmente cruzando la frontera, ha inundado rápidamente los juzgados penales californianos y tejanos.
Mientras, Trump se mantiene desafiante, defiende su política e insta al Capitolio a que encuentre una solución legal. Pero no es tan sencillo, el Senado tiene un plan, y la Cámara de Representantes, otro.
El magnate exige a los legisladores que aprueben una ley de inmigración. Esta vez ha asegurado a un grupo de congresistas que firmará cualquier proyecto que haya sido impulsado por el Partido Republicano y cuente con el visto bueno de la Cámara de Representantes, algo que no ha hecho en otras ocasiones alegando que no se contemplaba la financiación del muro con México, o que no había suficiente dotación económica para incrementar las patrullas fronterizas.
En este sentido, el republicano Carlos Curbelo ha destacado que el presidente ha insistido en que ahora permitirá que el texto avance sin sugerir cambios al respecto, una vez éste salga adelante en la Cámara Baja.
Sin embargo, los dos proyectos de ley presentados por los conservadores se enfrentan a un hemiciclo muy dividido y hostil ante la oleada de críticas desde dentro y fuera de sus fronteras que ha provocado la separación de cientos de familias en la frontera mexicana.
El portavoz de la Casa Blanca Raj Shah ha confirmado que el dirigente estadounidense apoya los dos proyectos de ley que están siendo sometidos a debate en el Congreso. El presidente "ha asegurado que apoya los dos proyectos de ley sobre inmigración dado que abordan la construcción de un muro, acaban con la cadena de inmigración y resuelven la crisis en la frontera y la separación de padres e hijos al permitir la detención de las familias y su consecuente deportación", ha explicado Shah en un comunicado.
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