El Senado aprueba, con un giro más «liberal», la reforma laboral de Hollande
185 senadores votaron a favor del texto, con nuevas modificaciones; mientras 155, esencialmente socialistas, votaron contra las enmiendas. Ahora volverá a la Asamblea Nacional
El Senado aprobó este martes, en segunda lectura, la reforma laboral del presidente François Hollande , pero dándole un giro «liberal», que irrita al mismo tiempo al gobierno socialista y a la oposición sindical, que sigue manifestándose en la calle, pidiendo la retirada de un proyecto que no convence a nadie.
Sin mayoría parlamentaria, en la Asamblea Nacional, Manuel Valls aprobó con un decretazo, sin voto parlamentario , el proyecto desguazado de reforma laboral.
La mayoría conservadora del Senado ha vuelto a modificar el proyecto aprobado sin voto parlamentario, en la Asamblea Nacional, a la misma hora que varias decenas de miles de sindicalistas (entre 64.000 y 200.000, según las fuentes) continuaban protestando con mucho ruido, en las calles de París, pidiendo la retirada pura y simple de la reforma.
Modificaciones y regreso a la Asamblea Nacional
La mayoría conservadora del Senado ha modificado varios puntos sensibles: los acuerdos de empresa (grandes o pequeñas) prevalecerán sobre los acuerdos sectoriales; las empresas podrán «ajustar» las horas de trabajo, abriendo la puerta al «fin« de la semana laboral de 35 horas.
A última hora de la tarde del martes, 185 de los 348 senadores franceses dijeron «sí» a una reforma laboral muy cambiada desde una óptica «liberal», mientras que 155 senadores (esencialmente socialistas) votaron contra las enmiendas a la reforma liberal, que vuelve a la Asamblea Nacional , para ser aprobada o rechazada por los diputados.
El presidente Hollande vuelve a encontrarse en una encrucijada: los diputados socialistas deberán aprobar o rechazar las reformas «liberales» impuestas por el Senado; y el Gobierno podrá aceptar o rechazar esas reformas, sin descartar el recurso a un nuevo decretazo, para imponer sus criterios sin mayoría parlamentaria en la Asamblea Nacional ni el Senado.
Por su parte, los sindicatos hostiles a la totalidad de la reforma siguen protestando en la calle.
Nueva manifestación
Mientras el Senado votaba sus propias enmiendas «liberales», la CGT y FO protestaban ruidosamente en París, «exigiendo» la retirada completa de la reforma . Petición que Hollande ha rechazado en varias ocasiones.
Myriam El Khomri, ministra del Trabajo, volverá a reunirse con los sindicatos los próximos días, intentando alguna forma de «entendimiento». Por su parte, la CGT y FO anuncian nuevas manifestaciones de protesta.
A once meses de la próxima elección presidencial, la reforma laboral del presidente Hollande corre el riesgo de no ser aplicada nunca , sin convencer literalmente a nadie y dividiendo profundamente a Francia.