El secretario general de la ONU pide a Alemania que asuma un rol más fuerte en el mundo
Ante el pleno del Bundestag, Antonio Guterres, ha dicho que los estudios demuestran que los trabajos de gestión dirigidos por mujeres en la lucha contra la pandemia han dado mejores resultados, en alusión a Merkel
La visita del secretario general de la ONU Antonio Guterres a Berlín se produce en el momento en el que Alemania hace balance ya de su semestre en la presidencia por turnos de la UE y a pocos días de que comiencen las campañas de vacunaciones en Europa , un punto de inflexión en la lucha contra la pandemia que ha valorado como «significativo» y que ha aprovechado para felicitar, una vez más, la aportación alemana, dado que la primera vacuna desarrollada procede de un laboratorio de Alemania. Guterres ha hecho, ante el pleno del Bundestag, un discurso laudatorio a la gestión de la canciller Mekel, no solamente contra el coronavirus sino también ante otros grandes retos a los que se enfrenta la humanidad en la década de los años veinte, como la protección del clima o la preservación del multilateralismo. «Los estudios demuestran que los trabajos de gestión dirigidos por mujeres en la lucha contra la pandemia Covid han dado mejores resultados», ha aludido a la condición femenina de Merkel, que ha pedido a Alemania «un rol más fuerte en el mundo» y ha reivindicado que «la vacuna debe ser un bien público global».
Guterres ha descrito la Alemania de 2021 como «poder de paz» y «columna del multilateralismo». «Como secretario general de la ONU, soy testigo de cómo trabaja Alemania en el día a día, con profunda conciencia histórica y responsabilidad , para asumir progresivamente un papel de liderazgo en el mundo», ha dicho, «veo cómo Alemania afronta los grandes retos de nuestro tiempo». «Alemania es un aliado importante en todo el mundo en nuestra lucha por la paz», ha enfatizado, poniendo como ejemplo el compromiso alemán en Afganistán y en la región del Sahel. También ha felicitado expresamente a Merkel por la organización de la Conferencia Internacional de Libia , el pasado mes de enero en Berlín y ha animado al Parlamento alemán a seguir esa misma senda cuando Merkel, que termina en 2021 su cuarta y última legislatura en el poder, se haya marchado.
«Se lo pido a ustedes con urgencia, Alemania debe asumir un papel más fuerte en el mundo, en el mantenimiento de la paz y el multilateralismo, en la defensa de los Derechos Humanos, que hoy está conectada directamente con los procesos de digitalización y protección del clima», ha urgido a los diputados alemanes.
«Hoy la amenaza mayor no son las guerras, sino nuestros propios crímenes contra la naturaleza », ha advertido, pasando a anotar la serie de datos que respaldan el hecho de que «el calentamiento climático es ya un hecho» y describiendo un escenario «apocalíptico» en el que Alemania hace en su opinión una importante aportación con sus metras de reducción de emisiones hasta 2030, su política de abandono de las energía procedentes del carbón y su soporte al Acuerdo de París, al que contribuye «con un gran apoyo a su financiación». También ha señalado que Alemania es necesaria «en el trabajo sobre muchos otros retos, como la erosión de las potencias nucleares», y ha terminado su discurso lamentando que no puedan celebrase hoy los grandes conciertos en todo el mundo proyectados con motivo del 250º aniversario del nacimiento de Ludwig van Beethoven , cancelados a causa de la pandemia. «Pero a cambio hemos podido escuchar un coro global, con cantantes que desde diversas partes del mundo cantaban al unísono su Oda a la Alegría, un signo de los nuevos tiempos que vivimos, en los que también hay nuevas esperanzas».
Este discurso halagador y agradecido tiene lugar cuando está a punto de terminar la ocupación interina de Alemania de uno de los sillones del consejo de Seguridad de la ONU, que el país reivindica desde hace décadas como permanente. Coincide también con el enfrentamiento que en el seno del consejo han protagonizado en los últimos días los representantes de Rusia y China con el embajador alemán ante la ONU, Christophe Hughes, que en una sesión sobre Siria criticó las posiciones de estos dos países y advirtió que contribuyen a complicar aún más la entrega de importante ayuda humanitaria.
El Gobierno alemán acaba de publicar un informe, además, en el que denuncia el deterioro de la situación de los Derechos Humanos en China, Rusia y Turquía, en el que señala, por ejemplo, la tendencia negativa en China desde 2012. «Los derechos individuales están siendo socavados cada vez más», alerta el documento, que estipula que «esto concierne tanto a los derechos civiles y políticos como a la liberta de prensa y expresión, además de la libertad religiosa». Sobre Rusia, declara que «especialmente en lo referente a las elecciones de 2019, la libertad de asamblea ha sido mercada» y critica que la Ley de soberanía de Internet de 2019 «ha creado un escenario en el que se permite la censura online». El discurso de Guterres viene a respaldar estas posiciones y supone, además, una despedida de Merkel con mención de honor por los muchos servicios prestados en diversos conflictos internacionales durante sus 16 años en el poder.
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