Schulz someterá a votación a las bases socialdemócratas la gran coalición con Merkel
La misma noche electoral del 24 de septiembre el líder del SPD anunció que descartaba la posibilidad de formar nuevamente una gran coalición
El líder del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), Martin Schulz, anunció hoy que convocará una votación entre la militancia para que decida si está dispuesta a sellar de nuevo una gran coalición con el bloque conservador que lidera Angela Merkel o no. Esta es la premisa previa con la que acudirá a la reunión con Merkel convocada para el jueves por el presidente de Alemania , el también socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, para intentar acercar posturas que conduzcan a desbloquear la actual crisis política que impide formar gobierno.
El anuncio, comunicado hoy por una portavoz de la Oficina del Presidente, llega tan solo un día después de que el número uno del SPD, Martin Schulz , fuese llamado a consultas por el presidente y es la consecuencia de que Schulz, tras esa conversación, haya abandonado finalmente su negativa a aliarse de nuevo con Merkel como socio menor y estaría dispuesto a sentarse a negociar. Otras fuentes señalan que ofrecerá a la canciller un pacto para apoyar desde fuera un gobierno en minoría de conservadores y verdes, pero Merkel ha dejado claro que prefiere repetir elecciones a un gobierno inestable, dada la necesidad de respaldo sin fisuras que requiere para una legislatura en la que, sobre todo en el escenario europeo, habrá que votar serias reformas.
La misma noche electoral del 24 de septiembre, inmediatamente después de recibir con el 20,5 por ciento el peor resultado de la posguerra en unos comicios generales, el líder del SPD anunció que descartaba la posibilidad de formar nuevamente una gran coalición con los conservadores de Merkel, una posición que no había consultado en ese momento con la directiva del partido y en la que ha seguido insistiendo incluso después de que este domingo se confirmara el fracaso de la alianza tripartita. La directiva socialdemócrata, sin embargo, ha retirado buena parte de su apoyo a Schulz en las últimas 48 horas y le ha obligado a rectificar después de una reunión de ocho horas de duración y que terminaba de madrugada.
El SPD ha establecido una nueva posición, según la cual está dispuesto a negociar con Merkel, aunque no a cualquier precio. El SPD «es de la firme convicción de que hay que hablar» , ha dicho el secretario general del partido, Hubertus Heil. «El SPD no se cierra a conversaciones», subrayó, agregando que los socialdemócratas esperarán ahora a conocer la hoja de ruta que proponga Steinmeier. Heil negó que en la reunión ayer de la cúpula del partido, en la que también participó el predecesor de Schulz al frente del SPD, el ministro de Exteriores, Sigmar Gabriel, y varios jefes de Gobierno regionales, se discutieran cuestiones de liderazgo y señaló que se habló únicamente de cuál es la contribución que puede hacer el partido al país en la situación actual. Pero en los pasillos de la Casa Willy Brandt se habla abiertamente de la pérdida de apoyo de Schulz y en los momentos previos a esa reunión se escuchó la consigna «gran coalición, con o sin Schulz» .
Desde Bruselas, los líderes de la Unión Europea reiteran sus llamamientos a los partidos políticos alemanes para que formen cuanto antes gobierno. «Alemania es uno de los países líderes fundamentales en la UE y todos deseamos que se forme gobierno rápidamente», dijo el canciller austriaco, Christian Kern, «Alemania tiene una responsabilidad especial y toda Europa mira a Alemania». De forma similar se pronunció el jefe de Gobierno luxemburgués, Xavier Bettel. «Necesitamos un socio alemán que tenga también un Gobierno estable», ha dicho, «es importante para Alemania, pero para nosotros también». El presidente francés, Emmanuel Macron, se mostró también preocupado. « No nos interesa que esta situación se tense », ha expresado sobre el fracaso del primer intento de formar gobierno en Berlín.
El presidente alemán, Frank. Walter Steinmeier, se ha convertido en la figura llave de la crisis, al hacer público su rechazo a convocar nuevas elecciones tras las fracasadas negociaciones entre conservadores, liberales y verdes, y pedir a todos los partidos con representación parlamentaria «disposición al diálogo para hacer posible la formación de gobierno en un futuro cercano».
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