Roque, el yihadista español que ha puesto en ridículo a la inteligencia alemana
Fue descubierto cuando intentaba pasar información a un agente alemán encubierto
![Roque M.](https://s3.abcstatics.com/media/internacional/2016/12/03/ROQUE%20M-k92B--1190x800@abc.jpg)
Un yihadista de origen español ha puesto en jaque a los servicios secretos alemanes, infiltrándose como informante y obteniendo así datos que permitiesen organizar un atentado terrorista. Roque M., de 51 años, casado y padre de cuatro hijos, había obtenido la nacionalidad alemana y había sido contratado en abril de 2016 como parte de una unidad de observación cuya misión era vigilar a salafistas potencialmente violentos de su entorno, concretamente pertenecientes a la organización «La religión verdadera», recientemente ilegalizada en Alemania. Su objetivo real al acceder al puesto, sin embargo, era obtener información sensible sobre los servicios interiores de inteligencia alemanes.
En un foro de internet, que ahora está siendo investigado, se identificó ante otro presunto yihadista como trabajador de la BfV y propuso facilitar el acceso al organismo a otros islamistas para perpetrar un atentado contra «infieles» que, dijo, sería «grato a Alá». Tras su detención, ha admitido que se infiltró para poder advertir a sus «hermanos en la fe» de posibles acciones de las autoridades. Lejos de tratarse de un experimentado doble agente, esos primeros interrogatorios han desvelado además que se trataba más bien de un buscavidas que, incomprensiblemente, pasó inadvertido al proceso de control sobre los candidatos a ese tipo de puesto.
Necesidad de personal
Roque se presentó a las pruebas de acceso con una larga y densa barba, declarándose creyente musulmán y empleado de banca . Su motivación parece relacionada con un momento de dificultad económica. A pesar del proceso de seguimiento de seis meses al que la BfV somete a los candidatos y a sus familias antes de darles entrada en la organización, nadie dio importancia al hecho de que llevase a sus hijos a un colegio católico, luciese un tatuaje con el retrato del Che Guevara en el pecho o hubiese recurrido al rodaje de vídeos pornográficos homosexuales para afanar un sobresueldo. Fuentes de la BfV consultadas por Bild Zeitung, que ha publicado las primeras fotografías de Roque, han justificado que «necesitábamos personal con mucha urgencia».
Según fuentes de la fiscalía de Düsseldorf, se convirtió al islam hace aproximadamente dos años. La oficina no ha informado que su conversión estuviese relacionada directamente con su actividad encubierta, pero todo apunta a que ese fue el motivo inicial. Después comenzó a radicalizarse sin que la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), para la que actuaba como informante, lo advirtiese. Tampoco su familia se percató de un proceso que tuvo lugar a una gran rapidez. «Todo indica que estamos ante una persona que se radicalizó sin que su entorno lo percibiera», ha explicado el presidente de la BfV, Hans-Georg Maassen, pero los guardianes de la prisión en que está custodiado a la espera de juicio desde el 16 de noviembre aseguran que no le han visto rezar desde ese día ni una sola vez.
Otro informante encubierto
Fue descubierto cuando ofreció a través de internet información sobre la agencia, concretamente planos de una de sus sedes, a un supuesto yihadista que en realidad era otro informante encubierto. El pasado 16 de noviembre, durante el registro de su casa posterior a la detención, los agentes de la fiscalía incautaron el ordenador en el que se ha encontrado abundante material pornográfico, además de comunicaciones que explican su radicalización, propiciada por Ahmad Abdulaziz Abdullah A., de 32 años y alias «Abu Walaa», también detenido y que vivía a solo un kilómetro de su casa. Además ha sido comprobado un rastro de llamadas de Austria, desde donde se comunicaba con él Mohammed Mahmoud, un conocido líder de Daesh, que aparentemente tampoco realizó un filtrado de selección muy meticuloso.
El experto en Interior de la CSU bávara, Stephan Mayer, sospecha que el detenido es un hombre «confuso», pero «no un islamista peligroso». El diario estadounidense Washington Post ha informado que se ha sugerido un trastorno psíquico, aunque ese detalle no ha sido confirmado por las autoridades alemanas, a las que la mujer del sujeto, que asegura que no sabía nada, ha comunicado su deseo de divorciarse lo antes posible.
Los servicios de inteligencia alemanes están analizando cuidadosamente el caso para determinar si ha habido algún daño para el trabajo del organismo y hasta dónde han llegado las fugas de información. Tras los primeros interrogatorios, es considerado sospechoso de revelar secretos oficiales, de preparar un atentado y de haberse declarado dispuesto a delinquir, según la fiscalía de Düsseldorf, encargada de la investigación.
La BfV ha creado recientemente 2.800 nuevos puestos de este tipo.