Robo frustrado en la catedral de Notre Dame

Siguiendo el ejemplo de París y Niza (350.000 habitantes), otras ciudades han comenzado a mejorar sus sistemas de vigilancia callejera contra la delincuencia , incluso a decretar el toque de queda, a partir de las 20h, entre otras medidas municipales destinadas a intentar contener la propagación del coronavirus.

Cannes (74.000 habitantes, en los Alpes-Maritimes), Béziers (1730.000, Hérault), Roquebrune-sur-Argens (15.000, Var), Charleville-Mézières (47.000, Ardennes), Arras (41.000, Pas-de-Calais) y Perpignan (120.000, Pyrénées-Orientales) también han decretado el toque de queda, acompañado de otras medidas sanitarias y policiales.

Otras ciudades francesas estudian la misma declaración, acompañada de medidas sanitarias, políticas y cívicas muy semejantes.

En el terreno sanitario, la colaboración entre las administraciones públicas (regionales y estatales) continúa a buen ritmo y en la más palmaria armonía.

En el terreno cívico, diputados, alcaldes y concejales franceses han multiplicado sus mensajes de solidaridad, invitando al «diálogo », no solo familiar, a través de los nuevos medios de comunicación.

En el terreno municipal, la política sanitaria está acompañada de más vigilancia policial. En Niza y otras ciudades se han incrementado las cámaras de vigilancia callejera, con carácter práctico (detener delincuentes) y con carácter disuasivo.

París no ha decretado el estado de queda, pero su experiencia municipal parece confirmar la eficacia de las cámaras de vigilancia callejera. Poco después de la media noche del sábado/domingo, dos hombres, ligeramente ebrios, consiguieron introducirse en la catedral de Notre Dame , vacía, tras el patrón forzoso decretado con el estado de confinamiento nacional.

Los ladrones ebrios habían robado obras de relativo valor . Fueron descubiertos y pudieron ser detenidos gracias a las cámaras de vigilancia, conectadas a la Prefectura de París, que se encuentra a unos centenares de metros de Notre Dame.