Roban la cartera a un turista chino en Alemania y acaba doce días en un centro de refugiados
El hombre, que sólo habla mandarín, rellenó incorrectamente el formulario de solicitud de asilo en lugar de el de objetos perdidos
![Turistas chinos se hacen una foto](https://s1.abcstatics.com/media/internacional/2016/08/09/hino-kUEF--620x349@abc.jpg)
Una surrealista historia ha llevado a un turista chino a pasar doce días como interno en un centro de refugiados en Dülmen, Alemania.
La historia comienza así. Mr. L (como se ha revelado su nombre), de 31 años, se encontraba en la turística ciudad de Heidelberg cuando un individuó le robó la cartera . Al darse cuenta decidió ir a la comisaría local a denunciar el robo. Ahí empezó el primer problema para Mr. L, que sólo habla chino mandarín , ya que en vez ir a la comisaría entró en el ayuntamiento . Una vez allí, nadie le avisó de que se percató de que Mr. L estaba intentando denunciar un robo de sus documentos. Explicando sus intenciones de continuar su viaje hacia Francia e Italia, los funcionarios le confundieron con un refugiado y él, sin saberlo, acabó rellenando un formulario de solicitud de asilo .
Christoph Schlütermann, un miembro de la Cruz Roja alemana, dice que Mr. L «simplemente hizo lo que le pidieron» . Tras rellenar el formulario fue destinado al centro de refugiados de Dülmen, a 360 kilómetros de donde reportó la pérdida de su cartera , donde le dieron comida y dinero en efectivo como a todos los demás refugiados.
A Mr. L, que siguió en todo momento las instrucciones , le tomaron las huellas dactilares y le hicieron un examen médico. Los encargados del centro empezaron a sospechar del error vista la buena vestimenta de Mr. L, quien además insistía, en mandarín, en que le devolvieran su pasaporte.
«Actuaba muy diferente a cualquier otro refugiado» , dijo Schlütermann. «Intentaba contarle al a gente su historia pero nadie le entendía. Pedía constantemente que le dieran de vuelta su pasaporte, algo que es contrario a lo que hacen la mayoría de refugiados».
La solución llegó de la manera más práctica, traduciendo. Con la ayuda de una aplicación de traducción y la de un trabajador de un restaurante chino los alemanes entendieron las necesidades de Mr. L de proceder su viaje a Francia e Italia.
Mr. L estaba contento aunque contrariado por las maneras de actuar cuando le dejaron marchar «Fue un momento extraordinario para nosotros. (Mr. L) dijo que Europa no era lo que esperaba », dijo Schlütermann. « ¿Qué puedes esperar si hubieras venido de turista a Europa y hubieras pasado doce días durmiendo en una cama de "camping" en un centro de refugiados ?».
Schlütermann cree que la culpa fue de la falta de entendimiento y la lenta burocracia alemana . «Pasó doce días atrapado en nuestra jungla burocrática porque no nos podíamos comunicar», dijo Schlütermann. «Alemania es, desgraciadamente, un país extremadamente burocrático».