Los retratos de Bush de soldados heridos en las guerras a las que los envió
El expresidente de EE.UU. muestra en Washington sus pinturas, en las que ha querido honrar a los excombatientes
El alto precio que pagaron muchos soldados estadounidenses que lucharon por su país es el hilo conductor de una serie de retratos expuestos desde el 7 de octubre en Washington y realizados por la misma persona que les envió a la guerra, el antiguo presidente George W. Bush .
Noticias relacionadas
Las heridas son claramente visibles en algunas de las pinturas que se muestran en el Kennedy Center hasta mediados de noviembre. En la exposición, titulada «Retratos de coraje: el tributo de un comandante en jefe a los soldados de América», hay hombres con prótesis que reemplazan el brazo o la pierna perdida, pero también otros aparentemente ilesos, a pesar de los enfrentamientos en los que participaron.
El suboficial Brian Flom fue herido en la cara y la garganta por una explosión en Irak en 2007. «Fue la parte fácil», dice a Afp ante un cuadro que le representa junto a otros miembros del ejército.
«Lo más difícil fue el traumatismo craneoencefálico y el estrés post traumático que acompaña al tiempo pasado en una zona de combate», explica.
Su convalecencia «aún continúa, es un proceso de todos los días, y algunos días son mejores que otros», añade.
Él formó parte de un grupo seleccionado para un encuentro con George W. Bush en 2015 y desde entonces ha coincidido con él en «numerosas oaciones» e incluso ha cenado en casa del expresidente. «Un día decidió pintar a las personas con las que había establecido un vínculo, y aquí estoy».
«Es un gran honor», considera el suboficial.
Bush envió a las tropas a Afganistán tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y en 2003 ordenó la invasión de Irak. En esta última guerra fallecieron más de 3.500 militares estadounidenses y más de 32.000 resultaron heridos, mientras que el conflicto en Afganistán, que aún continúa 18 años después, ha causado cerca de 2.000 muertos y más de 20.500 heridos del lado americano.
George W. Bush comenzó a pintar tras dejar el cargo a principios de 2009 y quiso ayudar a excombatientes que hubieran participado en las guerras que marcaron su presidencia.
«Pinté a estos hombres y mujeres para honrar el servicio prestado a su país y mostrar mi respeto por su sacrificio y su coraje», declaró Bush.