Uno de los responsables de derribar la estatua de Saddam Hussein se arrepiente de ello

Uno de los responsables de derribar la famosa estatua de Saddam Hussein en el centro de Bagdad se arriepente de su decisión y dice que le gustaría «tenerlo de vuelta» . «Ahora cuando paso por donde estaba la estatua, siento dolor y vergüenza», ha dicho Kadhim Al Jabbouri, quien se hizo famoso por sus mazazos a la estatua , en una entrevista a la BBC. «Me pregunto, ¿por qué derribé esa estatua?», ha dicho

Arrepentido, Al Jabbouri asegura que lo que ha ocurrido en Irak tras la caída de Hussein es peor que lo que había antes. «Sadam se ha ido, pero en su lugar hay 1.000 Saddams. Siento que nos han robado a Irak», dice el irakí quien asegura que le gustaría verla de nuevo. «Me gustaría ponerla allí de nuevo, reconstruirla. La pondríaa de nuevo, pero temo que me maten si lo algo».

Al Jabbouri reparaba las motos de Hussein pero le cayó en desgracia y estuvo un año y medio en la cárcel, según informa la BBC. «Saddam ejecutó a 14 o 15 miembros de mi familia. Por eso me alegré cuando llegaron los estadounidenses y eliminaron el opresivo regimen de Saddam» ha dicho en la entrevista.

El irakí recuerda perfectamente la sucesión de momentos antes de la caída de la simbólica estatua del dictador. «Tomé mi mazo y fui a la plaza. Comencé a golpear la estatua, quería derribarla. Antes de que cayese, uno de los soldados cubrió su rostro con una bandera estadounidense yo no opdía aceptar eso, así que le di una bandera iraquí».

Molesto, Al-Jabbouri carga contra el gobierno actual. «Despues cada año las cosas empezaron a empeorar. Había corrupción, luchas internas, matanzas, saqueos«.

También critica la actuación de la Alianza ya que, dice, retrocedieron a su país a tiempos pasados. «Cuando hablan de la "caida de Bagdad, esas palabras me hieren,» ha dicho antes de amenazar a los líderes occidentales. « Bush y Blair son, definitivamente, mentirosos . Destruyeron a Irak y nos hicieron retroceder hasta la Edad media o antes. Si yo fuese un criminal, los mataría con mis propias manos».