Repsol insiste en que cumple el régimen de sanciones de la Administración estadounidense
La petrolera española sigue cobrando en especie, en cargamentos de crudo, la deuda del Gobierno venezolano
La decisión del Gobierno estadounidense de obligar a las petroleras de su país a salir de Venezuela antes de que acabe el año no supone ningún cambio para los intereses de Repsol en aquel país porque «seguimos cumpliendo y respetando el régimen de sanciones impuesto por EE.UU. y las leyes, tanto internacionales como nacionales, de los países en los que estamos presentes», afirman fuentes de la compañía española.
Repsol está presente en Venezuela desde 1991 y explota importantes yacimientos de gas y petróleo, como los de Perla, Quiriquire, Mene Grande y Barua Motatán.
Lo que hace la compañía es cobrar en especie, es decir, en cargamentos de petróleo, las deudas que tiene con ella el Gobierno bolivariano desde hace años.
Hay que destacar que el año pasado llegaron a España 2,297 millones de toneladas de crudo venezolano, la cifra más alta desde 2015. Sin embargo, en los dos primeros meses de este año, las importaciones han caído un 76,5% respecto al mismo periodo de 2019 al sumar solo 152.000 toneladas. Es el 1,5% de todo el crudo que llegó a nuestro país.
En paralelo, Repsol continuó recortando su exposición patrimonial en aquel país en 2019, situándola en 239 millones de euros, lo que supone una reducción de casi el 50% con respecto a los 456 millones de euros a que ascendía a finales de 2018. Un año antes, la cifra era de 1.480 millones.
Según consta en el informe anual, esta exposición al país latinoamericano incluye fundamentalmente la financiación otorgada a sus filiales venezolanas y esta reducción se explica por la existencia de deudas comerciales, así como por la actualización del riesgo de crédito por la pérdida esperada correspondiente a deudas de la estatal Pdvsa con entidades del grupo.