REFORMA LABORAL EN FRANCIA

Un repaso por las grandes reformas económicas que han hecho impopular a Hollande

Desde que llegó al Elíseo, el presidente francés no ha hecho más que agravar la situación social y financiera del país

François Hollande en uno de sus discursos de estos últimos días AFP

JUAN PEDRO QUIÑONERO

La tercera gran reforma económica y social de François Hollande , elegido presidente el mes de mayo de 2012, consuma la división fratricida de las izquierdas, agrava la angustia social y es percibida con inquietud por una opinión pública desencantada.

Entre el mes de mayo de 2012 y el mes de diciembre de 2013, Hollande creó varias decenas de miles de puestos de trabajo subvencionados , acompañados de un choque fiscal de más de 20.000 millones de euros de nuevos impuestos.

El choque fiscal prolongado -con otros 30.000/40.000 millones de nuevos impuestos durante los dos años siguientes- hundió el crecimiento y aumentó el paro de manera espectacular . Entre 2012 y 2016 han aparecido en Francia unos 640.000 nuevos parados.

Los movimientos desesperados de Hollande

Ante tales perspectivas, en diciembre de 2013, Hollande dio un g iro político que sus exégetas más complacientes calificaron de social liberal o socialdemócrata. Anunció su primera gran reforma económica y social , el pacto de responsabilidad y solidaridad, con dos promesas capitales: creación de 200.000 nuevos puestos de trabajo y 41.000 millones de bajadas de impuestos a las empresas.

Ese proyecto tardó seis meses en hacerse realidad. No consumó ninguna de las promesas avanzadas. Pero agravó las tensiones entre Hollande y las izquierdas francesas hostiles a unas promesas social liberales denunciadas por todas partes.

Empresas y sindicatos nunca aceptaron el pacto. La izquierda socialista, los comunistas, los ecologistas y la izquierda radical comenzó a denunciar el giro liberal de un presidente socialista que ya se había convertido en el presidente más impopular de la V República.

Entonces, Hollande se sacó de la manga legislativa una nueva gran reforma: «La loi pour la croissance, l'activité et l'égalité des chances économiques (Ley para el crecimiento la actividad y la igualdad de oportunidades, 2014/2015)». Esa «Ley Macron» (en honor de Emmanuel Macron, ministro de Economía) debía reformar, modernizar y dar flexibilidad a una economía exangüe.

Un año después, la «Ley Macron» sigue sin dar los frutos esperados. El paro ha seguido creciendo : 640.000 nuevos parados en cuatro años. Y el crecimiento económico francés (1,2 %) es muy inferior al español (2,5 / 3 %). En el terreno político , esa ley en vigor, empeoró el abismo fratricida entre la izquierda tradicional (hostil a la reforma) y la izquierda social-liberal.

Una guerra fría entre las izquierdas francesas

La reforma laboral aprobada sin debate parlamentario , con un decretazo institucional nada democrático, ha agravado todos los frentes de crisis, incomprensión y hostilidad agresiva de la izquierda tradicional contra las reformas de un presidente Hollande cada vez más impopular.

Los mejores analistas estiman que Hollande ha reformado poco, tarde y mal, pero ha conseguido abrir un cisma entre las izquierdas.

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