Un nuevo terremoto, ocho veces mayor que el del jueves, sacude California
El epicentro del seísmo, de magnitud 7,1, se ha localizado a dos horas y media al noreste de Los Ángeles. Por el momento no se han registrado víctimas
![Los bomberos tratan de apagar un incendio en un parque de casas móviles en Ridgecrest, cerca del epicentro](https://s3.abcstatics.com/media/internacional/2019/07/06/nuevo-terremoto-sur-california-U30876078553dFI--1248x698@abc.jpg)
Al día siguiente de que un terremoto de magnitud 6,4 sorprendiera a California en plena celebración de la fiesta nacional del 4 de julio , un seísmo mucho más fuerte volvió a sacudir el sur del estado.
El terremoto fue de escala 7,1 y se produjo en la noche del viernes -madrugada del sábado en España-, con su epicentro en las inmediaciones de la localidad de Ridgecrest, dos horas y media al noreste de Los Ángeles, la principal ciudad del estado.
De momento, no se han registrado víctimas mortales, aunque el temblor ha provocado incendios por su impacto en la distribución de gas, importantes daños materiales y cortes de agua y de electricidad a miles de personas. El gobernador de California, Gavin Newsom, ha declarado el estado de emergencia en los dos condados más afectados.
![Botellas rotas por el suelo tras el terremoto en Ridgecrest (California)](https://s1.abcstatics.com/media/internacional/2019/07/06/terremoto-sur-california-destrozos-U30876078553ROG--510x349@abc.jpg)
El último seísmo es ocho veces mayor que el del 4 de julio, según explicó en una conferencia de prensa el sismólogo Robert Graves, del Centro de Estudios Geológicos de EE.UU.
Probabilidades de nuevos temblores
Ambos terremotos están dentro de una secuencia sísmica «de mucha energía», con miles de temblores de menor intensidad asociados a ella que seguirán produciéndose durante años, explicó Lucy Jones, del California Institute of Technology (CalTech). En esta secuencia, el seísmo del 4 de julio fue el premonitor, mientras que el del viernes fue el principal. Eso no impide que puedan producirse todavía grandes terremotos dentro de esta cadena. Para Jones, las posibilidades de que haya otro terremoto de magnitud similar a la del viernes son del 11%, mientras que de que se produzca otro de magnitud mayor son de entre el 8% y el 9%. Lo que es bastante probable es que haya otro seísmo de magnitud 6 o algo superior, por encima del 50%. Uno de escala 5 es casi seguro.
Jones aseguró que no recuerda un patrón sísmico en California con un terremoto del 6,4, seguido de otro de 7,1 y que sea superado por otro mayor, pero advirtió que no es imposible.
Además, explicó que lo normal era que un terremoto de escala 7 afectara a California, ya que suceden cada diez o veinte años y el último ocurrió en 1999 en el desierto de Mojave.
Los expertos creen que esta actividad sísmica no desatará reacciones en la falla de San Andrés , el gran peligro sísmico latente en California.
La potencia del terremoto del viernes hizo que se notara en buena parte del Suroeste de EE.UU. Los temblores se percibieron en ciudades del estado de Nevada como Las Vegas y Reno, en Phoenix (Arizona) y en Baja California, ya en territorio mexicano.