El Kremlin abronca al secretario de Estado de EE.UU. en su visita a Moscú
Putin recibe finalmente a Rex Tillerson, pero las autoridades rusas dejan claro que las relaciones son incluso peores que con Obama
Para el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, las reuniones que mantuvo ayer en Moscú con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, y a continuación con el presidente Vladímir Putin , debieron ser peor que un dolor de muelas. La primera duró más de cinco tensas horas, y dos la segunda. El ambiente no fue el más propicio porque el encuentro venía precedido de unas duras declaraciones del presidente ruso.
«Es importante para nosotros comprender vuestra posición, la posición de EE.UU. y las verdaderas intenciones de la administración» de Donald Trump en sus relaciones con Rusia, dijo Lavrov al comienzo de sus conversaciones con el secretario de Estado norteamericano. El tono de la reunión estuvo marcado por Putin, quien en una entrevista al canal de televisión ruso «Mir 24» aseguró mientras Tillerson y Lavrov discutían que el ambiente de las relaciones entre Moscú y Washington tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump «se ha degradado».
Dio a entender que las relaciones son incluso peor que con Obama . «Se puede decir que el nivel de confianza en nuestras relaciones de trabajo, especialmente en el área militar, no ha mejorado (con la llegada de Trump) sino que, al contrario, se ha degradado», afirmó. Especialmente en los últimos días, tras el ataque con armas químicas en Idlib, el 4 de abril, y la respuesta estadounidense, el viernes, bombardeando el aeródromo sirio de Al Shairat, en Homs.
Lavrov le dijo ayer a Tillerson que «hay que evitar la repetición de un bombardeo» como el lanzado contra Al Shairat y dedicar los esfuerzos a la creación de «un frente común contra el terrorismo». Le abroncó también subrayando que «nuestra línea de acción se fundamenta en el Derecho Internacional y no en obligar a nadie a tener que elegir bajo el esquema o están con nosotros o contra nosotros». El martes, el secretario de Estado de EEUU dijo en Lucca (Italia) que Moscú tendrá que optar por tenerlos a ellos como aliados o al dictador sirio, Bashar al Assad. « No nos pongan en esa falsa disyuntiva de estar con vosotros o contra vosotros», le advirtió ayer el jefe de la Diplomacia rusa.
Siria
En la rueda de prensa final que ayer ofrecieron los dos ministros de Exteriores, Tillerson reconoció que sus conversaciones con Putin y Lavrov fueron «productivas», pero defendió el ataque contra la base aérea siria en Homs como «justificado» debido al «convencimiento existente» sobre el uso por Assad de agentes químicos, no sólo en Idlib, sino «en más de 50 ocasiones». Dijo que el final del dictador árabe «se acerca a su fin».
Rusia, sin embargo, niega su implicación en el envenenamiento de civiles y Lavrov así lo subrayó. Asimismo Putin insistió en que Siria no empleó sustancias químicas. «¿Donde están las pruebas?, no hay ninguna», aseguró. A juicio del jefe del Kremlin, «lo que sí hay es una violación del Derecho Internacional (...) un ataque contra un país soberano sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU». «¿ Y cómo reaccionaron al ataque los aliados de Estados Unidos en la OTAN ?, asintiendo como los muñecos de muelle chinos», añadió.
Putin defiende a Siria porque, según sus datos, destruyó su arsenal químico. «Es bien sabido que, por iniciativa de Estados Unidos y Rusia, se hicieron grandes esfuerzos para eliminar las armas químicas que tenían las autoridades sirias. Damasco cumplió con todos sus compromisos, lo que fue confirmado por la organización especializada de la ONU» en armas químicas, la OPAQ. Enumeró dos opciones: «Una, que un avión sirio atacó un taller subterráneo en el que terroristas elaboraban agentes de guerra química (...) u otra, que fue algo orquestado, una provocación premeditada para crear un pretexto que pueda ser utilizado contra las autoridades legítimas sirias», relata Putin. Él mismo presentó esta segunda versión como las más probable.
Pero el presidente ruso advierte que todo tendrá que comprobarse y, mientras no se haga mediante una investigación, «Rusia no dará ningún paso contra las autoridades sirias». El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, tildó ayer de «absurdo» que su país retire su apoyo al régimen sirio. «Nos parece corto de miras plantear la necesidad de distanciarse de Assad sin tener en cuenta los dos objetivos principales (...) la lucha contra el terrorismo y encontrar una salida política al conflicto sirio», estima Peskov. A su juicio, Assad «es el presidente legítimo de Siria, su Ejército combate contra el terrorismo internacional, que ocupa todavía gran parte del territorio del país árabe, y Rusia respalda esa lucha antiterrorista».
Consejo de Seguridad
En cuanto al nuevo borrador de resolución que Estados Unidos, Francia y Reino Unido pretenden que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe condenando el ataque químico de Siria y articulando un mecanismo para investigar los hechos, el viceministro de Exteriores ruso, Guennadi Gatílov, ha advertido que su país, como miembro permanente del Consejo de Seguridad, «no permitirá su aprobación en su actual redacción haciendo uso de su derecho al veto».
Por su parte, Rex Tillerson dijo que su país y Rusia «deben restablecer la confianza mutua, que es muy baja tratándose de las dos mayores potencias nucleares» y señaló que la crisis en Ucrania es uno de los indicadores que permitirán determinar el futuro de las relaciones. «Sin resolver esto -el problema ucraniano- nuestras relaciones no podrán normalizarse», aseguró. Ambos acordaron que los acuerdos de Minsk de febrero de 2015 son la fórmula para salir del callejón sin salida, algo que Moscú siempre repite, pero sin cesar su apoyo a los separatistas de Donetsk y Lugansk.
Noticias relacionadas