Putin se da un baño de masas a dos semanas de las elecciones en Rusia
Llena el principal estadio del Mundial de fútbol con 130.000 seguidores
Breve, pero con acompañamiento multitudinario, fue este sábado la presencia del presidente Vladímir Putin en el estadio moscovita de Luzhnikí , sede principal de la Copa Mundial de Fútbol Rusia-2018. Según el ministerio del Interior, acudieron 130.000 personas que respondieron «sí» en coro a todas las preguntas que les hizo Putin sobre el futuro «brillante» que le espera a Rusia.
«¿Somos todos un equipo?», «da» (sí en ruso), contestó la multitud a Putin. «Queremos que nuestro país sea deslumbrante, que mire hacia adelante, hacia el futuro, que nosotros, nuestros hijos y nietos seamos felices, ¿lo haremos?». «Si lo hacemos, los próximos decenios, todo el siglo XXI, discurrirá bajo el signo de nuestras victorias más fulgurantes», prometió. «¿Lo haremos?», a lo que el público volvió a contestar abrumadoramente de forma afirmativa.
Después, Putin dijo que en el mitin estaban presentes los miembros de la selección rusa de hockey sobre hielo, ganadora de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Invierno en PyeonChang (Corea del Sur), recordando que, como consecuencia de la sanción del COI, «nuestro equipo cantó el himno, pero no se escuchó la música». Así que, prosiguió, «hagámoslo ahora juntos con acompañamiento de la música de nuestro himno nacional, ¿lo hacemos?», llamamiento que obtuvo el mismo «sí» atronador.
Lo entonaron el primer mandatario ruso, candidato favorito a las presidenciales del próximo 18 de marzo , las personas que le acompañaban en el podio (deportistas, actores, cineastas y artistas en general) y el resto de las personas que llenaba las gradas. Quedó muy bien porque no solamente Putin tenía micrófono, sino también varias estrellas de la canción, entre ellas Larisa Dólina , cuya voz resaltó y dio calidad a la interpretación.
Luego, tras apenas diez minutos en el acto, el jefe del Kremlin se despidió y abandonó el recinto para dar paso a un concierto. La inmensa mayoría de los asistentes eran gente joven, que según noticias difundidas por algunos medios de comunicación rusos, fueron conminados en sus centros de enseñanza a acudir a Luzhnikí bajo la amenaza de «dificultades» en los exámenes si se negaban. El mitin tuvo lugar bajo el eslogan «por una Rusia fuerte» y, una vez Putin se marchó, a las actuaciones no se quedaron más de 40.000 personas.
Estudiantes y funcionarios públicos
Habitualmente, para lograr el lleno en los grandes eventos con participación del presidente o el primer ministro, Dmitri Medvédev , se utilizan trabajadores de organismos oficiales o personas traídas de zonas cercanas a Moscú, a los que se les paga el transporte y el bocadillo. Pero esta vez, para evitar fotos molestas de las colas de autobuses que después puedan ser utilizadas por la oposición para denunciar los métodos empleados para inflar la asistencia a los mítines, parece que han recurrido fundamentalmente a los estudiantes moscovitas y, según la radio Eco de Moscú, a funcionarios públicos.
Con su aparición en actos oficiales, como el del pasado jueves en el belicoso discurso que pronunció ante las dos cámaras parlamentarias, Putin debe considerar que ya es suficiente. No está participando en debates y el mitin de este sábado ha sido el más breve de sus 18 años de vida política . Su seguridad en la victoria el 18 de marzo parece plena.
El 23 de febrero de 2012, en la víspera de los comicios en los que fue elegido para el mandato que finaliza ahora, se esforzó mucho más durante la concentración en su apoyo, que también fue organizada en el estadio de Luzhnikí. Fue una diatriba más extensa, elaborada y emocional. La de este sábado, sin embargo, fue más patriotera y eso gusta en Rusia.
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