Un pueblo a medio camino entre Holanda y Bélgica tiene que hacer uso de marcadores fronterizos
Baarle ha sido bautizado como el pueblo de las 1.000 fronteras, ya que se encuentra a medio camino...
Baarle ha sido bautizado como el pueblo de las 1.000 fronteras, ya que se encuentra a medio camino entre dos países: Bélgica y Holanda. Es la explicación a unos marcadores fronterizos que aparecen en sus calles y aceras, incluso en el interior de los negocios. Su división se remonta a la Edad Media y el paso del tiempo no ha conseguido poner fin a una cuestión que también plantea grandes dilemas, porque con dos ayuntamientos o dos códigos postales, para los propietarios supone un quebradero de cabeza. La discordia también está servida con los horarios comerciales o con el pago de impuestos. Para ello, hay quienes aprovechan la legislación más favorable. Les basta con desplazar la puerta de entrada. Toda una seña de identidad que ha convertido a esta localidad, de apenas 12.000 habitantes, en todo un reclamo para turistas.-Redacción-