Prohibidas las botellas de champán en la Nochevieja de Lisboa
«Pueden ser un arma», dice la policía, en medio de fuertes medidas de seguridad por miedo al terrorismo islamista
Por primera vez, Lisboa prohíbe las botellas de champán o espumosos en la gran celebración popular de la Nochevieja en la Praça do Comércio porque « pueden ser un arma », según la nota oficial de la policía local (PSP). En realidad, son todos los envases de vidrio los que no podrán llevarse al recinto, lugar neurálgico y favorito de lisboetas y visitantes para entrar en el nuevo año, al final de la Baixa y en la antesala de la desembocadura del río Tajo en el Océano Atlántico.
Y nada de megáfonos, palos de «selfies» o matasuegras. Tampoco se permiten paraguas de punta larga, mochilas grandes y objetos de cristal (incluidos vasos o copas), en vista de que las medidas de seguridad se extreman por temor a un posible ataque del terrorismo islamista.
En consecuencia, el inspector jefe de la PSP, Paulo Flor , avisó de que los ciudadanos que se acerquen a la gigantesca plaza deberán elegir «entre la tradición de abrir una botella de champán a medianoche y la seguridad».
De este modo, el aforo se limitará a 200.000 personas y se establecerán hasta tres perímetros de control, donde la presencia extra de agentes facilitará la concienzuda revisión de los aspirantes de desafiar la lluvia prevista en la última noche del año en la capital portuguesa.
Pero, además, los perímetros contarán con la novedad de que estarán operativos igualmente al final de la velada en las ocho puertas de acceso a la zona de Terreiro do Paço .
De acuerdo con las explicaciones de Paulo Flor en la presentación de la estrategia de seguridad para el 31 de diciembre, «la gran diferencia para este año son las revisiones aleatorias porque hemos valorado todos los riesgos asociados a una celebración de estas características».
Así las cosas, la policía local únicamente dejará pasar a la gente con mochilas del tamaño de un folio A3 y anuncia que será inflexible en la aplicación de todas estas normas, con una amplia dotación de contenedores para los objetos desechados.
« La gente puede estar tranquila porque contará con una gran presencia efectiva de la PSP , no en número de hombres sino en el sentido de ofrecer un mejor y más dinámico servicio de acceso», asegura el inspector jefe.
Naturalmente, los automóviles particulares deberán permanecer fuera del recinto, con el primer puesto de control únicamente apto para el transporte público en varios puntos clave de la ciudad: por ejemplo, las confluencias de la Praça do Rossio con la Rua do Ouro, de la Avenida 24 de Julho con la Rua Dom Carlos I, de la Praça de Martim Moniz con la Rua da Palma y de la Avenida Infante Dom Henrique con la Avenida Mouzinho de Albuquerque.
A las 20.00 (21.00 horas en España) se procederá a vaciar la Praça do Comércio para su revisión exhaustiva. Y será a las 21.00 (22.00) cuando comenzará a facilitarse el acceso de las personas que lo deseen, siempre que cumplan los requisitos establecidos.
Pero las restricciones al tráfico en todo el área arrancaron este sábado 30 de diciembre y el corte total en la propia explanada hasta la 1 de la madrugada, pues la gran estrella del fado, Ana Moura, se subirá al escenario para que sus compatriotas despidan el año con la mejor música portuguesa.
Entre las opciones alternativas para pasar la Nochevieja en Lisboa, destacan el cotillón al estilo de los años 90 en el Coliseo por entre 30 y 60 euros, una cena con el chef Ljubomir Stanisic por 230 euros, un crucero por el Tajo previo pago de 150 euros o una cena de gala en el Casino de Estoril por 350 euros.
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