Groenlandia aparca el proyecto de independencia tras los resultados de las elecciones
Tras ganar ganar los comicios, el partido ecologista cerrarrá el proyecto de explotación de tierras raras y uranio eliminando las posibilidades de autofinanciación en las que tenían puestas sus esperanzas las fuerzas independentistas
El ganador de las elecciones celebradas ayer en Groenlandia, el partido ecologista Inuir Ataqatigiit (IA), con el 36,6% de los votos y 11 puntos más que en las anteriores elecciones, cerrará el proyecto de explotación de tierras raras y uranio de Kuannarsuit, en el sur de la isla, lo que a su vez elimina las posibilidades de autofinanciación en las que tenían puestas sus esperanzas las fuerzas independentistas, que desean una separación de Dinamarca. Ese ha sido el punto esencial de su campaña electoral, junto con la defensa de la naturaleza contra la explotación masiva. «Gracias a la población, que ha confiado en nosotros para trabajar poniendo en primer plano las cuestiones humanas durante los próximos cuatro años», ha declarado su líder, Mute Egede , tras el anuncio de los resultados.
Desde la adopción en 2009 de un nuevo Estatuto de Autonomía, que recoge el derecho de autodeterminación, la isla de 56.421 habitantes y 2 millones de kilómetros cuadrados (el 80% cubierto por hielo) ha visto s u subsuelo como base de una futura separación de Dinamarca . El hecho de ser uno de los territorios más afectados por las consecuencias inmediatas del calentamiento climático, sin embargo, ha llevado a IA a oponerse a la explotación minera de ese yacimiento, una de las mayores reservas del mundo, por parte de una empresa australiana con capital chino. El acuerdo al que quería llegar el partido Siumut en el gobierno causó el pasado mes de febrero una fuerte polarización de la opinión pública y una crisis política que dio lugar a su vez a estas elecciones. Sin la mina en activo, Groenladia seguirá dependiendo de los 520 millones de euros anuales que la isla recibe de los presupuestos generales de Dinamarca.
IA ha obtenido una ventaja de algo más de 2.000 votos en un censo de unos 41.000 electores y adelanta con clara ventaja a Siumut, partido socialdemócrata, que ha obtenido el 29,4% de los votos y pierde la hegemonía política de la que había disfrutado en este territorio desde 1979. IA se hace con 12 de los 31 escaños del parlamento regional, frente a los 8 que tenía hasta ahora y seguramente tendrá que pactar con uno o dos partidos menores para formar gobierno. Egede, de 34 años y diputado desde 2015, ha celebrado que «puede que sea joven, pero esa es precisamente mi fuerza», y ha sugerido que esta votación puede ser un ejemplo para otras votaciones europeas en las que «los partidos realmente interesados y dispuestos a la protección del clima van a tomar delantera porque la población joven entiende que estos son los principales asuntos a gestionar, donde verdaderamente nos jugamos el futuro». «El mensaje de los votantes es muy claro: no sacrificarán el medio ambiente en provecho de la economía », ha resumido su victoria. IA ha prometido en la campaña electoral firmar el Acuerdo de París para la reducción de emisiones contaminantes, en el que falta todavía la firma de Groenlandia, y paralizar el proyecto de Kuannarsuit, impulsado por el grupo minero Greenland Minerals «por sus consecuencias sobre el medio ambiente». En el poblado de Narsaq, de poco más de mil habitantes y en cuyo terreno se encuentra la mina, IA ha logrado el 67,7% de los votos.
Declive de los socialdemócratas
Después de una victoria en 2009, esta es la segunda vez que IA arrebata a Siumut el primer puesto electoral. El declive de los socialdemócratas se alimenta de las disputas internas y su falta de conexión con el interés de la población de Groenlandia por conservar su paraíso natural. Pero aun así ha logrado un mejor resultado que el que adelantaban los sondeos y dispone de una buena plataforma para hacer oposición. No en vano, el nuevo Gobierno groenlandés tendrá que convencer al sector minero de que su rechazo al proyecto Kuannarsuit es puntual, pero que está dispuesto a seguir favoreciendo otras explotaciones, con las que el 52% de los habitantes está de acuerdo y a las que solo el 29% se opone. Kuannarsuit, sin embargo, recaba en las encuestas el rechazo del 63% de la población.
Desde 2009, la isla gestiona sus propios recursos naturales , pero su presupuesto solamente es viable gracias a la contribución de Dinamarca, que sigue administrando su diplomacia, su defensa y su moneda. Copenhague no se opone oficialmente a la independencia, pero la emancipación privaría a Groenlandia de la subvención anual, una tercera parte del presupuesto de la isla.
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