May presenta al Parlamento un programa pobre centrado en su Brexit duro

Anuncia el viaje de los Reyes de España en julio, pero se cae el de Donald Trump

La Reina Isabel II durante su discurso ante el Parlamento AFP

LUIS VENTOSO

Trece días después de las elecciones, en las que Theresa May perdió contra pronóstico su mayoría absoluta, Isabel II dio lectura esta mañana de miércoles al llamado Discurso de la Reina, en el que desgrana el programa legislativo de su Gobierno, en este caso para los próximos dos años , uno más de lo habitual. Los planes del Ejecutivo dan prueba de la debilidad de May , en minoría, sin acuerdo todavía con el DUP norirlandés para que la sostenga y muy cuestionada en sus propias filas, donde se hacen cábalas sin ningún recato sobre cuánto durará en el Número 10. El programa que ha presentado, que será sometido al voto de los Comunes el jueves de la semana que viene, ha resultado pobre y dominado por completo por el Brexit, que copa ocho de las 24 leyes anunciadas.

Antes de la sesión ritual en la que la Reina leyó su discurso, May aseguró que tras su revés electoral gobernará «con humildad y resolución» , con un Gobierno que «escuchará y consultará».

En el discurso ha habido una notable rectificación del programa con que se presentó a las elecciones . Se caen varias promesas espinosas. Así, ya no suprimirá las ayudas para la calefacción de los pensionistas , como había anunciado, y mantendrá el llamado «triple candado» que protege las pensiones, instaurado en su día por Cameron y que quería debilitar. También quedan por ahora en suspenso sus pretensiones de congelar las tarifas eléctricas y hacer responder a los pensionistas con su vivienda para pagar los cuidados asistenciales a domicilio , una idea que había sido apodada como «el impuesto sobre la demencia» y que le restó muchos votos y popularidad.

Donde nada cambia es en el Brexit, el tema capital, donde May no ha escuchado a los jóvenes y las clases profesionales urbanas que se han apartado del Partido Conservador porque no quieren su ruptura drástica con la UE. Sigue adelante el Brexit, duro con salida del mercado único y la unión aduanera, y se anuncian ocho leyes para desarrollarlo . La más notable es la que convertirá las normas comunitarias en leyes británicas . También habrá iniciativas legales para controlar la inmigración, poniendo fin a la libre circulación de comunitarios en el Reino Unido, y para controlar las pesquerías de sus aguas y relativas a la agricultura . May prometió por boca de la Reina «un Brexit que funcione para todas las partes del país y cree un Reino Unido más fuerte y justo».

En el discurso la Reina dio la «bienvenida a sus majestades el Rey Felipe y la Reina Letizia de España en su visita de Estado del próximo julio». Pero no hubo alusión alguna a la de Donald Trump. Dado que en el Discurso de la Reina se suelen adelantar todas las visitas de Estado del año, se da por supuesto que se confirma que la del presidente de EE. UU., anunciada tras su victoria electoral, ha quedado en suspenso. Hace una semana, la prensa británica especuló con que Trump había dicho a May que no quería visitar el Reino Unido por temor a no ser bien recibió y tener que afrontar manifestaciones en su contra. El Número 10 no lo confirmó ni lo desmintió con rotundidad. Pero la omisión de hoy parece indicar que al final Trump no vendrá.

El jueves de la semana que viene tendrá su primer examen parlamentario en los Comunes, que deberán decidir si aprueban o no el discurso de hoy. Se espera que gane la votación, incluso si para entonces no ha alcanzado un acuerdo con DUP, porque el partido unionista norirlandés, muy a la derecha, detesta a Jeremy Corbyn y como mínimo se abstendrá para no darle bazas.

Pero la legislatura en minoría no será fácil para May. La tramitación de las leyes del Brexit será muy prolija y compleja y el laborismo, tonificado al evitar la derrota calamitosa que se auguraba a Corbyn, tratará de hacerse notar.

El discurso de la Reina de este miércoles ha sido el primero sin la ceremonia de Estado completa desde 1974. La Reina ha acudido al Parlamento en coche y no en carroza, como es tradicional, y no ha portado corona. Este aligeramiento del protocolo se debe a que el acto estaba muy cerca de otro evento formal de la Corona, la celebración de su cumpleaños oficial, que tuvo lugar el pasado sábado. Por causas de fuerza mayor, el Príncipe Felipe, ingresado hoy en un hospital de Londres por una infección en principio sin peligro, fue sustituido por el Príncipe Carlos.

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