Los socialistas portugueses no descartan apoyar a Passos Coelho

Las grietas en el Partido Socialista de Portugal van creciendo en contra de que el líder, António Costa , cierre un acuerdo de gobierno con la izquierda radical. Los eurodiputados Carlos César y Francisco Assís (de gran influencia en el seno de la formación) han levantado la voz, de modo que a nadie pueden extrañar las consecuencias en ciernes: el PS no descarta su apoyo a la gestión del socialdemócrata Pedro Passos Coelho .

La votación en el Parlamento para refrendar o no al renovado primer ministro se celebra el próximo martes 10 de noviembre . El tiempo se va agotando y Costa sólo ha cerrado por ahora un preacuerdo con el Bloco de Esquerda de Catarina Martins. Pero el triángulo no se completa, de momento, con el añadido de los comunistas, pues su cabeza visible se muestra intransigente y no quiere dar su visto bueno a los planes presupuestarios lusos óptimos para Bruselas.

Además, la relación de Jerónimo de Sousa con la admiradora de Pablo Iglesias es inexistente, por lo que la Moción de Rechazo a Passos Coelho no sería unitaria sino desgajada en dos propuestas de moción: una de los socialistas con el BE y otra de los socialistas con los comunistas.

Es decir, se reducirían las posibilidades de salir adelante y, sobre todo, de presentarse como una alternativa creíble de la izquierda en conjunto. Van aumentando las voces discordantes en el propio PS , pero aún sería peor si se plantara en la Asamblea de la República con dos frágiles iniciativas separadas para, supuestamente, tumbar al mandatario del centroderecha.

António Costa se está jugando su presente… y su futuro. Si recula tras haber dado un portazo inicial a Passos Coelho, se hará evidente un itinerario errático en este proceso negociador. Si avanza en su proximidad a la izquierda radical, se arriesga a quedar como rehén de las arengas comunistas de Jerónimo de Sousa, con quien aún no ha concretado ni siquiera un preacuerdo.

El pacto alcanzado ya con el Bloco de Esquerda incluye subir gradualmente el salario mínimo de los 505 euros brutos vigentes hasta los 600 en 2018, bajar impuestos y reducir el IVA de la hostelería del 23% al 13%.

Por su parte, el PSD de Passos Coelho y su aliado, el CDS de Paulo Portas, se mantienen a la espera de la decisión final que tomarán los socialistas díscolos en la votación parlamentaria. Si al menos nueve de ellos rompen con el viraje en el que se empeña Costa, habrá logrado la mayoría absoluta que necesita en la cámara con el fin de ser investido para dirigir los destinos del país vecino por segunda legislatura consecutiva.