El populista Hofer y el verde Van der Bellen reanudan la pugna por la presidencia austríaca
Los sondeos dan un empate técnico entre los dos candidatos, como en la convocatoria anterior
La campaña electoral para las elecciones presidenciales en Austria se cerró ayer con el dirigente izquierdista proclamándose el «candidato del centro» que hará volver la tranquilidad y el candidato derechista anunciando cambios que llevarán las reformas hasta la Unión Europea. Seis meses después de las elecciones anuladas que ganó por 30.000 votos el líder de los Verdes, el izquierdista Alexander Van der Bellen , vuelven a votar los austriacos mañana entre él y el candidato del Partido Liberal (FPÖ), el derechista Norbert Hofer.
Mucho ha cambiado desde las elecciones fallidas. En toda Europa se ha reforzado la tendencia en favor de la derecha y de posiciones críticas con la UE, pero el cambio fundamental está en la irrupción del Donald Trump en el escenario político internacional . Nadie sabe qué efectos puede tener sobre los movimientos en auge en la derecha y extrema europea que llaman «populismos». Unos aseguran que la victoria de Trump servirá que triunfe Hofer porque animará a los partidarios de acabar con la política de consenso socialdemócrata que simboliza Van der Bellen y que representa la gran coalición que gobierna Austria desde hace tres legislaturas. Una coalición que ya muy debilitada, se vería de inmediato afectada por una victoria de Norbert Hofer.
Otros creen que perderá Hofer porque después del terremoto Trump muchos austriacos podrían temer la inestabilidad y votarán continuidad en Van der Bellen. Puede ser lo uno y lo contrario y puede que el empate, que dan los sondeos, impida otra vez saber el resultado hasta después del recuento del voto por correo que es un 20% menor que en mayo. Lo que ha aumentado ha sido el voto de residentes en el extranjero. Son unos 40.000, se supone que en su mayoría favorables a Van der Bellen. Esa cifra puede ser otra vez decisiva.
Ayer, sin embargo, estalló una bomba política de mediana potencia que podría animar a indecisos o abstencionistas a votar a Hofer. El jefe del Estado saliente, el socialista Heinz Fischer , un líder histórico del SPÖ con enorme prestigio, se pronunció a favor de un futuro gobierno entre los socialistas y el FPÖ, el partido de Hofer. En realidad el canciller socialista Christian Kern ya está en pleno acercamiento a Heinz Christian Strache, el auténtico líder populista del FPÖ, que encomendó a Hofer conquistar la presencia de la República porque se reserva para sí la cancillería. Esta política de los socialistas de prepararse para una eventual coalición con el FPÖ tras las próximas legislativas que serán pronto, dinamita la estrategia electoral del equipo de Van der Bellen. Apoyado por el partido SPÖ, por la izquierda democristiana y casi unánimemente por la prensa internacional su campaña tacha al FPÖ de partido ultraderechista, cuando no nazi. Lo que el FPÖ y Hofer han denunciado como difamación permanente. Lo cierto es que el legendario líder socialista Bruno Kreisky gobernó con el FPÖ. Y también lo hizo el conservador ÖVP desde el 2000 al 2007 bajo el canciller Wolfgang Schüssel en un periodo de reformas de cuyos buenos efectos ha estado viviendo la doble coalición hasta hoy. Entonces la UE puso unas sanciones obedeciendo al acoso mediático pero las levantó menos de un año después.
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