Polonia solicita una cumbre europea sobre Bielorrusia
Morawiecki ha enviado una carta a la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, y al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la que solicita la reunión urgente
Lo que está sucediendo en Bielorrusia no debe ser tomado como un asunto ajeno por la UE. Este es el argumento tras la solicitud formal anunciada esta mañana por el Gobierno polaco, que ha pedido una cumbre extraordinaria de la Unión Europea sobre la situación en ese país, tras los enfrentamientos que tuvieron lugar el domingo por la noche en Minsk. Tras la elección presidencial, cuyo resultado cuestiona la oposición , la violencia se ha hecho presente en las calles. «Las autoridades usaron la fuerza contra sus ciudadanos, que están exigiendo cambios en el país», ha dicho en una declaración oficial el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki, «debemos apoyar al pueblo bielorruso en su búsqueda de libertad».
Morawiecki ha enviado una carta a la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, y al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la que solicita la reunión urgente. Michel ha criticado la violencia registrada en las calles de Minsk en las últimas horas, tras los comicios en los que el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, se ha hecho con la victoria con un 80,23% de los votos. «La violencia contra los manifestantes no es la respuesta. Se debe respetar la libertad de expresión , de reunión y los derechos humanos fundamentales», ha señalado Michel a través de su cuenta de Twitter sobre los más de 200 detenidos en las manifestaciones que denunciaban este fin de semana fraude electoral.
Según ha informado la ONG bielorrusa Viasna, al menos una persona ha muerto en las cargas policiales y decenas han resultado heridas, pero las informaciones son difíciles de confirmar, debido a la poca transparencia del gobierno local y a la lentitud de Internet. La oposición no cuenta, además, con medios para obtener información independiente fiable. La principal rival de Lukashenko, Svetlana Tijanovskaya, sustituyó en mayo como candidata a su marido, el popular bloguero opositor Sergei Tijanovski, condenado por incitación a la violencia. Además, dos de los más fuertes opositores de Lukashenko han sido encarcelados en el período previo a los comicios y un tercer candidato potencial, el que fuera embajador de Bielorrusia en Estados Unidos, Valery Tsepkalo, huyó a Rusia después de recibir un aviso de que él también sería arrestado en breve. A raíz de todos estos acontecimientos y preocupadas por la deriva antidermocrática del país vecino, Polonia y Lituania habían emitido un mensaje conjunto a las autoridades bielorrusas para que respetasen los estándares democráticos durante el proceso electoral y contuviesen cualquier tipo de violencia. «Creemos que el diálogo es siempre el mejor método para avanzar en el desarrollo social e impulsar reformas», declaraban en el comunicado conjunto del presidente polaco, Andrejz Duda, y su homólogo lituano, Gitanas Nauseda, insistiendo en que a Bielorrusia le interesa una relación más intensa con la UE y confiando en que «las puertas de la cooperación sigan abiertas y listas» para ahondar el vínculo de Minsk con el bloque europeo. El mensaje sugería opacamente la posibilidad de sanciones por parte de la UE si Bielorrusia toma una vía autoritaria.
Anoche, apenas fue anunciada la nueva victoria electoral de Lukashenko, que lleva en el poder desde 1994 , las calles de la capital fueron invadidas por manifestaciones, al igual que las ciudades de Brest y Zhodino. Tijanovskaya, a la que Lukashenko ha calificado de «pobre niña manipulada por titiriteros extranjeros», denunció el fraude de unos resultados que le concedían menos del 7% de los votos y convocó las protestas que fueron disueltas por la policía.
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