Polonia reconoce la compra del software espía Pegasus

El viceprimer ministro justifica la adquisición alegando que se trata de una herramienta muy útil para combatir el crímen y la corrupción

Un hacker encapuchado irrumpe en los servidores de datos de varios ordenadores ABC

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El líder del partido gobernante polaco Ley y Justicia (PiS) y viceprimer ministro de Polonia, Jaroslaw Kaczynski , reconoció ayer la adquisición del software de espionaje Pegasus por parte del ejecutivo de Polonia. Kaczynski justifica la compra alegando que se trata de una herramienta muy útil para combatir el crímen y la corrupción , pero descarta cualquier operación de vigilancia a la oposición. «Mucho ruido y pocas nueces», resumió las acusaciones a raíz de la compra de este sistema de fabricación israelí, «los servicios polacos deben tener este tipo de dispositivo para ser operativos y estar actualizados».

El software Pegasus desarrollado por la empresa NSO es capaz de leer todos los datos de los teléfonos móviles a los que se aplica. El software se adentra en el teléfono móvil de la persona objetivo y es capaz de rastrear la ubicación de la víctima, detectar con quién ha estado, enviar y recibir mensajes, recopilar fotos, o grabar conversaciones, todo gracias al control inadvertido y remoto del micrófono y otros elementos del dispositivo.

Su detección y eliminación es muy complicada y ha sido ya motivo de escándalo tras su adquisición por parte de países como Italia, Austria, Francia, Italia y España. En esta ocasión, la compra del programa se realizó a través de la Oficina Central Anticorrupción polaca (CBA), pero fue pagada con fondos del Ministerio de Justicia, controlado por el PiS. La organización Citizen Lab, un grupo de vigilancia cibernética de la Universidad de Toronto, ha revelado que el gobierno polaco se ha estado sirviendo de este software para espiar a tres oporitores polacos cuyos teléfonos han sido intervenidos.

Amnistía Internacional ha verificado por su parte estos hallazgos y la confirmado que el teléfono de Krzysztof Brjza fue hackeado en 33 ocasiones entre el 26 de abril y el 23 de octubre de 2019, cuando dirigía la campaña electoral, al igual que Roman Giertych, un abogado que representa a políticos de la oposición, y Ewa Wrzosek, una fiscal independiente. Los mensajes de texto fueron extraídos, editados y filtrados después a medios de comunicación, lo que Brejza ha calificado como «una campaña de desprestigio que hace injustas las elecciones e ilegítimo su resultado».

Ha pedido, de hecho, la creación de una comisión parlamentaria de investigación para que se ocupe del escándalo, pero Kaczyński responde a estas acusaciones que «no son más que tonterías» y que no ve ninguna razón para llevar el asunto al Parlamento. «Aquí no hay nada, ningún hecho, salvo la histeria de la oposición», ha dicho, «ningún Pegasus, ninguna información obtenida en secreto jugó ningún papel en esas elecciones ni en la campaña electoral de 2019, perdieron porque perdieron». Prefiere dejar el caso bajo el control de los tribunales y los fiscales. Añade, como argumento de garantía, que en Polonia, «el sistema de vigilancia de este tipo de actividades es uno de los más estrictos de Europa ». «Esa es la crisis más profunda y grave de la democracia desde 1989», ha dicho sin embargo el líder de Plataforma Cívica y expresidente del Consejo de la UE, Donald Tusk.

50.000 víctimas

La empresa israelí NSO ha sido anteriormente objeto de sanciones por parte de Estados Unidos, debido a que su software ha sido utilizado para espiar a personalidades relevantes en la defensa de los Derechos Humanos desde que apareció en el mercado, en 2016. Amnistía Internacional y la organización francesa sin ánimo de lucro Forbidden Stories han publicado junto a The Washington Post una lista de 50.000 víctimas de Pegasus en el último año.

Solo en los últimos meses, por ejemplo, este software se ha utilizado, entre otras cosas, para piratear los teléfonos de nueve empleados del Departamento de Estado en Estados Unidos. La compañía israelí, que tiene prohibido vender a países como México o Marruecos, se enfrenta además a una demanda de Apple, ya que se sirve de una deficiencia en su sistema operativo iOS. NSO Group ha confirmado que está pensando en vender toda la empresa, lo que podría suponer la desaparición definitiva del software dependiendo de quién sea el nuevo propietario.

Hasta ahora, el software se ha vendido a países de todo el mundo, que a menudo lo han usado para espiar a disidentes, periodistas, políticos y activistas. Ahora la empresa se enfrenta a una crisis económica que le impide atender sus deudas, que ascienden a 450 millones de dólares, y ha iniciado conversaciones con fondos de inversión bajo la asesoría de la firma Moelis & Co para refinanciar la compañía o venderla por completo. Entre los posibles compradores hay varios fondos estadounidenses que estarían pensando en acabar con Pegasus o darle un nuevo uso. Los fondos inyectarían alrededor de 200 millones de dólares en capital y derivarían la tecnología de Pegasus a servicios de ciberseguridad «estrictamente defensivos» y software de drones.

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